lunes, 14 de diciembre de 2009

MOVILIZACIONES SOCIALES EN AUGE: LOS PROBLEMAS CRECEN













Es deseable, sana y recomendable la movilización social para plantear las revindicaciones justas desde criterios racionales que conjuguen la presentación evidente de pruebas con el respeto y la utilización de los cauces necesarios para ser escuchados y hacerse oir. Movilización social a la antigua usanza, manifestándose de manera visible ante un organismo público o en un lugar emblemático con la intención de obtener la mayor repercusión a sus demandas. 







En Parla, a lo largo de muchas décadas la población ha venido mostrando un comportamiento adocenado y sumiso frente a los desmanes municipales, lo que lógicamente ha ido engordando la exponencial catástrofe humana y urbanística que asola el municipio porque nadie era capaz de rechistar a los jerifaltes municipales. 







La última y más numerosa protesta de la actualidad, es la de los vecinos a los cuales el anterior regidor había prometido la reforma de unas viviendas con casi cuarenta años de antiguedad, e incluso más en muchos casos que se puede hablar de "chabolismo vertical", por ejemplo los edificios de viviendas de las calles Humanes . Todos aquellos edificios de viviendas de los barrios centrales de Parla, fruto del caótico y desordenado crecimiento urbano del municipio y construídos en los años del franquismo y posteriores, al calor de una incesante y vertiginosa inmigración nacional, dejan sentir el paso del tiempo y adolecen de un mantenimiento y reformas cuyo coste es difícilmente asumible por unos moradores de humildes y escasos ingresos económicos. 











El alcalde precedente lanzó gratuitas promesas y bendiciones para sufragar, con cargo a las arcas municipales hasta el 40 % del coste total de dichas reformas, pero una vez huído en estampida y dejando el problema al actual alcalde, José María Fraile, éste se encuentra con la inviabilidad de aquellas magras promesas y decide, no sólo no sufragar dichas reformas sino que al mismo tiempo obligar a los edificios de viviendas con más de treinta años de antigüedad a costearse de manera obligatoria la reforma de dichos inmuebles. Esto último está muy bien porque la necesidad de reformar esos edificios es acuciante y urgente, pues la mayor parte de la zona centro de Parla constituye uno de los mayores ejemplos de horrores urbanísticos de toda Europa, pero por otro lado al no existir viabilidad alguna en la financiación de estas reformas, la actitud cohercitiva por parte del Ayuntamiento carece de lógica y sentido común. 







El anterior alcalde de Parla era un símil de aquellos vendedores farsantes del Oeste, que tras sermonear con convicción y buenos modos ante todo un pueblo asertivo, apático y abúlico, las virtudes de vender un elixir milagroso, y una vez vendido todo su cargamento, huía al galope en busca de repetir la misma fechoría en otro pueblo similar. 







Así que bienvenidas sean todas las movilizaciones ciudadanas que persigan cualquier atisbo de mejora en las condiciones de vida de los parleños.

1 comentario:

  1. hay que joderse con la que esta callendo y con lo que se nos avecina,que este alcalde no practique el austerismo y de un ejemplo a la ciudadania,y se le antojan fiestas y demas,como si no tuviesen un precio los conciertos,pregones,toros etc,pero bueno ya pagaremos los de siempre con unas vueltas mas de tuerca y el agua hasta el pescuezo,eso es el socialismo que les gusta inpregnar a estos zotes a los que no son capaces de ver mas alla de sus narices,este menda esta cansado de vivir en este pueblo manos arriba,he dicho.....el renegado.

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