martes, 7 de diciembre de 2010

APERTURA DEL NUEVO FACTORI DE LIDL













El polígono industrial de La
Ermita está emparentado con su hermano mayor del “Ciudad de Parla” en que ambos
sufren un declive y una evidente ruina crónicos y, salvo milagro, inevitables,
pero más aún si cabe en el primer caso. En ambos casos el adjetivo “industrial”
es todo un anacronismo y para hacerse una idea de la ridícula y testimonial
enjundia económica de esta zona, baste mencionar que las empresas más
importantes son las naves ocupadas por los minoristas chinos y unas
instalaciones de una empresa de desguaces, además de algún concesionario de automóviles y un par de supermercados.





Cualquiera pensaría que en esta parte de Parla existe una
especie de “Triángulo de Bermudas” y la maldición de la ruina cae sobre quien
instala su negocio comercial en esa zona.





Es más simple. La razón
fundamental es la implantación de establecimientos comerciales en parcelas
alejadas del núcleo urbano, pensadas para un uso industrial, atomizadas y sin
ninguna interrelación, lo cual para el consumidor es muy incómodo y el fracaso,
salvo honrosas excepciones, es cuestión de tiempo. No se puede aspirar a que un
potencial cliente, si quiere realizar compras en tres comercios diferentes, se
vea obligado a estacionar cada vez su vehículo junto a cada uno de esos tres
comercios, porque al final ese mismo cliente huye y se va a buscar esa
comodidad en otra área comercial que sí le oferte esa posibilidad. 





Básicamente con crear un espacio
compartido de aparcamiento común en torno al cual se ubicaran los todos
posibles los establecimientos comerciales, a imagen y semejanza de la fórmula
adoptada en el Parla Natura o de cualquier otro parque comercial similar que se
precie, se facilita la movilidad del consumidor y se realza el atractivo
comercial del área, otorgándole una imagen de conjunto y no disgregada, con lo
cual en la zona de La Ermita, si se le quería haber dado un carácter comercial
y facilitado la fructífera implantación de comercios de esta índole, se tenía
que haber optado por esta fórmula cohesionada del parque comercial
independientemente de la escala del mismo.





Por el tipo de bienes de consumo
básicos que vende, es muy difícil que un supermercado llegue a fracasar y
clausurar su actividad. Bien, pues en el polígono “La Ermita” de Parla han
cerrado nada menos que tres supermercados, si añadimos el cercano Eroski, a los
que se añade la empresa de electrodomésticos Urende, que tuvo una efímera
existencia en su aventura parleña. El Aldi hace escasas fechas que cerró y el
Lidl ha batido todos los récords y en tres meses ha fracasado, inaudito cuando
suele ser una enseña comercial de contrastado éxito. Menos mal que esta vez, al
menos en el caso puntual del Lidl, ha habido suerte y han reorientado la
actividad del establecimiento rápidamente, con lo cual en el Lidl del Viario de
Ronda ahora ha surgido un Factori.





El Factori(con i latina) de Lidl es
un establecimiento muy original y atrayente por el tipo de artículos que se
pueden encontrar. Hasta la fecha sólo existía uno en toda la Comunidad de
Madrid, en Pinto. Al Factori se llevan todas las existencias de bazar sobrantes
en los supermercados Lidl, con el aliciente de un descuento sobre el precio
original. Y suele haber artículos muy interesantes y de calidad. Así que
bienvenido sea y que dure mucho.





2 comentarios:

  1. Tu diras que estara bien lo que venden y vale qe hay cosillas molonas, pero estuve el sabado en ese Lidl de restos y era muy desagradable estar alli porqe parecia un zoco moruno de personas chillando y revolviendo como locos.

    Que trankilidad salir de alli !!!.
    No volvere mas en una temporada.

    ResponderEliminar
  2. Yo tambien he estado alli, y creo que no volveré nunca. Las cosas que venden, el 90% son tonterias, la ropa, puedo decir que ni la toqué, estaba todo revuelto y lleno de moros, la verdad es que me dió repelus, digo como el anterior comentario, solo queria salir de allí.

    ResponderEliminar