El Ministerio de Hacienda
ha dado un ultimátum a la arruinada Parla y otros municipios por alta morosidad. Que Parla
sea intervenida sería la mejor noticia en décadas para los parleños.
Sería el fin de la multitud de jetas, enchufados, parásitos, chupópteros
y vagos.
Parla, con una deuda de 410 millones de euros (más de 3.200 euros por habitante) tarda una media de 322 días en pagar sus facturas.
Jerez, Jaén y Parla son el paradigma de la mala gestión. Sus alcaldes se embarcaron en proyectos megalómanos durante los años previos a la crisis y no lograron sortearla cuando todo se vino abajo en 2008. Los gobernantes dejaron unas ciudades hundidas en el abismo, brutalmente endeudadas y arruinadas.
Parla tiene de plazo hasta el 20 de abril para presentar un nuevo plan de ajuste
que garantice el cumplimiento de los plazos conforme a la ley, bajo la
amenaza de ver intervenidas sus aportaciones estatales para el pago a
proveedores.
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