Parla parece la meca del narcotráfico tras otra nueva operación policial en la que ha sido desarticulada una mafia de narcos marroquíes. La Policía Municipal de Parla ha desactivado una red de 
tráfico de estupefacientes que actuaba en un local clandestino situado 
en el centro del municipio, donde se producían operaciones de menudeo de
 droga. 
En la intervención han sido detenidos tres individuos de 
nacionalidad marroquí, que ya están a disposición judicial, que contaban
 con básculas de precisión, dos vehículos con compartimentos ocultos 
para el transporte de drogas, ocho teléfonos móviles y un arma blanca. 
Todos estos materiales han sido incautados por los agentes de Policía 
Local junto a más de 600 gramos de hachís, después de recuperar parte de
 la cantidad que uno de los sospechosos vertió por un inodoro.
Los agentes vigilaban un bar alertados tras un dispositivo de control 
Según ha explicado el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Molina,
 “la desarticulación de esta red de traficantes se ha llevado a cabo 
durante un dispositivo de control de drogas que Policía Local ha 
realizado en un bar del centro del municipio”.
El citado establecimiento, que ha sido clausurado y precintado, se 
encuentra en la calle Río Guadalquivir, 9. 
Policía Local acudió allí 
“tras realizar un control de tráfico de consumo de alcohol y drogas, en 
el que algunos conductores alertaron de la afluencia inusitada de 
personas con signos de consumir sustancias estupefacientes al mencionado
 bar, lo que les hizo pensar que posiblemente se trataba de un lugar en 
el que se estaba traficando con dichas sustancias”, ha afirmado el edil 
de Seguridad Ciudadana.
Persecución de un individuo sospechoso hasta un local en la calle Río Ebro
Durante el dispositivo establecido en la confluencia de las calles 
Leganés posterior y Río Guadalquivir para vigilar el local, los agentes 
observaron a un individuo que salía del bar y entraba en un vehículo 
estacionado a pocos metros, en la Travesía de Getafe, por lo que 
decidieron seguirle discretamente.
“Así, los agentes pudieron comprobar que el conductor paró apenas 
unos metros más adelante, en una calle cercana, y el individuo que había
 salido del bar se bajó del coche llevando un paquete envuelto en una 
bolsa de plástico de color azul que no llevaba cuando entró en el 
vehículo”, ha detallado Molina. En ese momento, la unidad policial 
solicitó el apoyo de más compañeros con el fin de identificar a los 
ocupantes.
Los sospechosos intentaron deshacerse de la droga vertiéndola en un inodoro
“Mientras identificaban al conductor, el otro individuo salió 
corriendo sin atender la voz de “Alto, Policía”, y el agente tuvo que 
perseguirle hasta un local en la calle Río Ebro. Allí interceptó al 
individuo y consiguió recuperar una gran cantidad de hachís del paquete,
 del que se estaba intentando deshacer arrojando la sustancia por un 
inodoro”, ha detallado Javier Molina.
El peso de la sustancia recuperada en ese punto fue de 300 gramos de 
hachís. A continuación, los agentes realizaron una inspección del local 
que dio como resultado el hallazgo de una báscula de precisión, conocida
 como “tana”, un cuchillo empleado para cortar la droga, con restos de 
la sustancia estupefaciente, y otros 250 gramos de hachís repartidos en 
varios paquetes.
Los dos individuos involucraron al camarero del bar de la calle Río 
Guadalquivir como el suministrador de las sustancias intervenidas, por 
lo que los agentes acudieron al bar. Al entrar, el sospechoso huyó 
rápidamente a la cocina, tirando por una tubería un paquete extraño 
junto a un botellín de cristal.
“El agente pudo escuchar una rotura de cristales en la parte baja del
 local, como si la tubería no diese a ningún desagüe. Y después de 
hablar con varios vecinos de la zona, la Policía ha podido confirmar que
 se trata de un sonido habitual. 
Se trata del típico modus operandi de 
los traficantes de menudeo de drogas, que disponen de este tipo de 
medios para deshacerse de efectos incriminatorios ante la presencia 
policial y el uso de un botellín es simplemente para que haga peso y 
caiga más rápidamente”, ha explicado el concejal de Seguridad Ciudadana.
Intervenido un vehículo con compartimentos ocultos para el transporte de droga
En ese momento, uno de los vecinos señala a los agentes que él 
también ha podido escuchar el ruido de los cristales rotos y les 
traslada al lugar exacto, un garaje donde hay una arqueta conectada 
directamente con la tubería.
En la arqueta, los agentes localizan otra báscula de precisión y una 
bolsa de basura negra en cuyo interior se encontraba otro paquete de 50 
gramos de hachís así como un botellín de cristal roto. “En total, la 
operación se ha saldado con la incautación de más de 600 gramos de 
hachís y la intervención de dos balanzas de precisión, ocho teléfonos 
móviles, un arma blanca y dos vehículos, uno de ellos configurado con 
compartimentos ocultos para el transporte de drogas. Todo esto unido ha 
permitido a los agentes tener indicios suficientes para proceder a la 
detención de tres personas”, ha desglosado Javier Molina.
Detenida la estructura de la organización 
La red desarticulada estaba formada por tres marroquíes que han sido 
detenidos y han pasado a disposición judicial acusados de tráfico de 
estupefacientes. Policía Local ha intervenido también las llaves del bar
 y del local, que han sido clausurados y precintados de cara a futuras 
acciones.





