La Policía Nacional ha desarticulado en Parla una organización dedicada, presuntamente, a asaltar a clientes y empleados de entidades bancarias
en al menos doce asaltos en varios puntos de España y otras ciudades del cinturón metropolitano de la capital de
España, según ha informado el Cuerpo policial en un comunicado.
El
hecho que dio lugar al inicio de la investigación fue un asalto
cometido el pasado 21 de junio en Benidorm. Cuatro delincuentes atracaron a la salida de un banco a un hombre que acababa de retirar dinero de la misma, no dudando enemplear la violencia y arrojarle al suelo para apoderarse del dinero,
empleando el método del «cogotazo».
Una quinta persona esperaba en un
vehículo para facilitar la huida de todos los miembros del grupo tras la
comisión del robo.
Tras este suceso, los agentes comenzaron una investigación para tratar de identificar a los autores,
llegando a la localización del vehículo con el que habían abandonado
del lugar. Tras varias gestiones los agentes descubrieron que el coche
también había sido utilizado por este grupo en un hurto llevado a cabo
en un centro comercial de Valencia.
Los integrantes del grupo tenían una alta organización y reparto de tareas. Entraban en las sucursales bancarias y aprovechaban el descuido de los clientes
a la hora de retirar o ingresar dinero en metálico para apoderarse de
su dinero o bien los esperaban a la salida del las mismas y allí los
abordaban. Si tenían alguna dificultad en la comisión del hecho
delictivo, no dudaban en emplear la violencia para hacerse con el botín.
En otras ocasiones, entraban en la entidad bancaria interpretando perfectamente los papeles designados para despistar a los empleados
que acababa de efectuar una operación de ingreso en efectivo. Antes de
que pudieran introducirlo en la caja de seguridad, reclamaban su
atención y hacían que perdiera de vista el dinero en metálico, momento
que era aprovechado por otro miembro del grupo para apoderarse de él.
Una vez identificados los cuatro miembros del grupo criminal, fueron detenidos en Parla cuando abandonaban a gran velocidad una sucursal bancaria a bordo de un vehículo portando 6.700 euros.