Los datos y las cifras son persistentes y tozudas y una y otra vez ponen en evidencia y desenmascaran la penosa realidad de Parla, cuyos responsables políticos y sus antecesores siempre se han empeñado en ocultar o no asumir semejante debacle, cuando han sido ellos los principales responsables de que desde hace más de tres décadas, Parla ostente las últimas posiciones de casi todo lo positivo y las primeras de casi todo lo negativo, por más que la maquinaria propagandística municipal y sus apesebrados secuaces se empeñen en maquillar y ocultar la ruinosa realidad de Parla, lo cual es algo verdaderamente ridículo y esperpéntico, tanto que muestra fehacientemente un nivel de incompetencia, ineficacia y sectarismo que no tiene parangón.
El catedrático de la Universidad Complutense Justo Villafañe, dirigió un estudio que se publicó hace seis meses, del que se ha obtenido una clasificación de las 81 mayores ciudades de España.
En la metodología para realizar esta clasificación se ha realizado una macroencuesta en cada municipio, se han analizado más de 100 fuentes secundarias de la dinámica urbana de cada ciudad, se ha solicitado información adicional a cada Ayuntamiento y, finalmente, se ha recavado la opinión de más de 100 expertos del ámbito público y privado, del mundo académico, del empresarial y del funcionariado experto en gestión urbana.
Se dice pronto, 81 ciudades. Adivinad en qué puesto ha quedado Parla. Sí, no os equivocáis, Parla ha quedado clasificada en el puesto 80º de 81. A nivel nacional, a tenor de los resultados del estudio realizado, del conjunto de las ciudades de toda España, solamente Algeciras tiene la consideración de peor ciudad que Parla.
Sin duda que Parla es un referente. Tan sólo hay que consultar las estadísticas, cifras y datos para ver qué tipo referente es Parla.
1/ Ciudades para estudiar: Es ya de sobra conocida la reiterada posición del “último de la clase” y cenicienta que ostenta Parla es las clasificaciones del ámbito educativo.
2/ Ciudades para trabajar: Sobran comentarios adicionales en la ciudad con más desempleo y parados de toda la Comunidad de Madrid.
3/ Ciudades para hacer negocios: Al hilo de la escasísima y precaria creación de empleo demostrada a lo largo de tantos años, Parla, desarrollo, inversión, vanguardia y dinamismo son palabras que no concuerdan. Nulo y decadente tejido industrial, grandes superficies escasas y obsoletas, pequeño comercio y hostelería sin conformar ejes vertebrados o consolidados ni de excelencia generalizada ni de pujante actividad. Nula capacidad para crear empleo cualificado.
4/ Ciudades para vivir: Aquí la opinión puede ser subjetiva, teniendo en cuenta lo que cada persona entiende por calidad de vida, si bien el tener que desplazarse a trabajar, a realizar compras o a divertirse a otros municipios y tener que hacer uso casi forzoso del vehículo privado, o asumir las enormes carencias y falta de alternativas en el transporte público con los grandes municipios de alrededor, cercena en gran medida la calidad de vida. Motivos por los cuales, entre otros, Parla sigue siendo una ciudad dormitorio de manera muy acusada.
5/ Ciudades para visitar: Obviamente al no ser una ciudad monumental, Parla, al igual que otras ciudades suburbanas similares, se halla a la cola de la clasificación. Tampoco destaca ni por su vanguardia urbanística, ni por sus edificios arquitectónicamente singulares ni memorables o sus zonas verdes ejemplares.
Parla más bien hace gala de su rancio y desfasado urbanismo desarrollista y motorizado, barrios socialmente problemáticos, estéticamente espantosos y urbanísticamente desvertebrados y, en lo referente a los parques y zonas verdes, salvo el Museo del Bonsai y el Parque de Parla Este que son los únicos dignos de tal nombre, el resto de “zonas verdes” son en gran medida chapuceras, costosas, antiecológicas, feas y vulgares, y no aportan nada positivamente destacable.
6/ Ciudades para divertirse: Mejor correr un tupido velo en este aspecto porque al igual que ocurre con las compras y adquisiciones de bienes y servicios, la población parleña que tiene la posibilidad, se marcha en tropel de Parla a otros municipios colindantes a divertirse, ante la más que escasa o nula oferta lúdica, recreativa y cultural, al margen únicamente de la iniciativa municipal.