Un
vecino del céntrico barrio 2001 de Parla, caracterizado por unas calles
semipeatonales y de tránsito sólo para residentes, cuyos bolardos retráctiles llevan la friolera de siete
años sin funcionar, se queja a través de esta carta del
abandono absoluto y de la peligrosidad, impunidad, conducción temeraria y otros problemas que imperan en las calles de este barrio parleño a causa de las
múltiples infracciones causadas por los vehículos.
Los
vecinos de estas calles del barrio 2001 están hartos de reclamar y
denunciar la peligrosidad de estas calles a causa del tránsito
incesante de vehículos y de aparcamientos y actividades ilegales en
vía pública.
Incluso
cuando funcionaban los bolardos retráctiles en estas calles, era la ley de la selva
y aparcaban coches ilegalmente en plena calle, garajes ilegales en la
zona, locales extraños sin licencia de actividad pero con fiestas y
ruidos durante todo el día, infinidad de no residentes a los cuales
les habían regalado ilegalmente a discreción tarjetas de acceso, en
fin otra calamidad "Made in Parla". Desde entonces, desidia, abandono y degradación del barrio y sus calles.
En
cualquier ciudad con áreas de prioridad residencial hace ya años
que tienen un sistema tan sencillo, y sin bolardos, consistente en
cámaras en cada calle que registran las matrículas de los vehículos
entrantes.
Las
matrículas de los auténticos residentes y comerciantes están
registradas en una base de datos y automáticamente cualquier
vehículo que no sea ni de emergencias ni de residentes, es multado
al acceder al área de prioridad peatonal delimitada.
Así
de fácil, sin bolardos que se estropean o bloquean, sin gastos de
personal ni de mantenimiento mecánico-hidráulico de los bolardos y
la frecuencia del sistema de tarjeta. Pero eso para esta ciudad atrasada, en ruina, y acostumbrada a las chapuzas, es como hablar de ciencia ficción.
Así dice la carta:
Soy
vecino de una de las mal llamadas "calles peatonales" del
Barrio 2001. Me gustaría que se tomaran las medidas necesarias para
asegurar la seguridad y bienestar de los vecinos de estas calles,
puesto que al no existir ningún elemento que impida el acceso a
éstas y no haber aceras ni obstáculos, el tráfico además de ser
intenso es muy rápido y temerario, a pesar de estar limitada la
velocidad a 20 km/hora, aunque no se indica en ninguna señal ni casi
nadie lo cumple, lo que está provocando más de un susto, miedo y
enfrentamientos con los impunes infractores.
El
aparcamiento igualmente está limitado a 15 minutos únicamente para
los residentes, pero la Policía Local no siempre sanciona a los
infractores, avisándoles en algunos casos únicamente, lo que
provoca que no se respete la norma. El hecho de aparcar libremente,
obliga a que los múltiples camiones de reparto que pasan tengan que
acercarse a un lateral de la calle, rozando en algunos casos los
bajos de las terrazas.
Así
mismo, y muy preocupante es la existencia de tres naves en la calle
Salvador, donde se realiza actividad industrial (ilegal reparación de
automóviles) y aunque ya se ha comunicado y nos han confirmado por
escrito que no se puede otorgar licencia para este tipo de actividad
en esa calle, la actividad no cesa desde hace muchos años y algunos días huele a pintura,
desconociendo porqué se sigue permitiendo a pesar de su prohibición.
Lo
último que nos está sucediendo es que alguien se dedica a tirar en
puertas y fachadas un líquido de color negro, similar a grasa de
coche usado, con un olor muy fuerte y que no se puede eliminar, por
lo que hay bastantes puertas con los restos de ese líquido.
Ruego
se valore esta reclamación vecinal que ya ha sido puesta en
conocimiento del Ayuntamiento de Parla tanto por mí como por otros
vecinos, no consiguiendo hasta ahora ningún resultado durante años
de reclamaciones sobre esta grave problemática.
Gracias
y un saludo