Según palabras textuales de un vecino de Parla recogidas en un foro, esta es la crónica de los hechos de la brutal agresión sufrida por unos jóvenes en las inmediaciones de la estación de Cercanías de Parla.
"Sobre
las 20:30 del pasado Lunes estaba junto a dos amigos en las inmediaciones de la
Estación de Renfe de Parla conversando tranquilamente sobre qué tal
habíamos pasado el verano y charlando como cualquier amigo.
Soy
una persona que normalmente aunque este hablando con alguien suelo fijarme en
lo que ocurre alrededor. Diez minutos antes de que ocurriese tal agresión,
mientras que estábamos hablando, vi como merodeaban tres “gitanas
rumanas". Quien vaya con frecuencia por la zona de la estación de Parla las
verán habitualmente por ahí pidiendo, con niños descalzos andando por la calle,
comiendo en la calle, etc. además de que han okupado pisos por esa zona.
Mis
amigos y yo vimos como estas gitanas rumanas se fueron acercando a nosotros,
poniéndose cada una en una esquina de la calle. La verdad es que por lo menos
una de las gitanas nos miraba de forma extraña hacia nosotros, pero no caí en
ello. Acto seguido de que llevarán ahí unos minutos apareció otro rumano, que
en este caso no tenía apariencia de características étnicas como esas señoras,
con un coche plateado y se puso a hablar a voces con ellas, como si
estuvieran discutiendo. Es lo poco que aprecié, puesto que estábamos conversando entre los amigos.
El
hombre rumano se marchó con su coche y las gitanas se fueron en
dirección contraria, como en dirección
a la tienda de deportes Ricosport. De repente las gitanas nos pidieron si
teníamos fuego para encenderse un cigarro, nosotros no teníamos y así se lo
dijimos de ninguna mala manera.
Nosotros
seguimos de nuestras cosas cuando a los diez minutos, por sorpresa y sin que
nos hablaran ni nos dijese nadie nada, a mi amigo le soltaron un puñetazo de
lleno en la mandíbula que ninguno nos lo esperamos, porque la verdad ni nos
dimos cuenta que venían hacia nosotros porque nos pillaron de espalda y de la
lado. Cuando le propinó tal puñetazo a mi amigo se abalanzó sobre mí, que yo
por lo menos le pude esquivar y aunque tengo algunas marcas en el brazo de los
mamporros que este individuo soltó, se fue a por el otro amigo que quedaba
que empezó a decirle que coño estaba haciendo, replicándole el rumano a mi
amigo que "tuviese cojones".
El
panorama que me encontré acto seguido fue a mi amigo al que le
habían propinado el puñetazo que aunque estaba de pie estaba medio
mareado, mi otro amigo diciendo lo que he dicho antes, que "que coño
hacía". Os preguntaréis que porqué si éramos tres aunque uno estaba KO de
la brutal agresión, no nos enfrentábamos contra el rumano. Pues fue porque lo
primero que me di cuenta y asimile rápidamente que al hablar este individuo con
acento de País del Este, miré a todos los lados y nos encontramos
rodeados de otros dos tipos, uno de ellos poseía una arma blanca. Mi reacción
al ver ese peligroso panorama fue en cuestión de segundos empezar a decir:
"Vámonos, vámonos, vámonos".
Tuvimos
que esquivar a los agresores e irnos como el que dice pitando, con mi amigo
chorreando de sangre. Uno de ellos era el tipo que estuvo 10 minutos antes con
las rumanas y el cual llevaba el objeto punzante. Eran tipos de una envergadura
considerable: de 1´80 de altura, fuertes y con pintas de lo que se puede decir
de matones/chulos. Acto seguido cogimos el coche y nos fuimos a Urgencias
del ambulatorio de Isabel II, donde nos mandaron ir al hospital de Parla.
Soy
un estudiante universitario que ya estoy terminando mi carrera. Con esto quiero
decir que veáis que íbamos vestidos de manera normal, que no nos pudieron
confundir con un clan rival ni pasárselo por la cabeza. Esto que nos ha pasado
os puede pasar a cualquiera por la calle.
Quiero
también decir, como esto fue a las 20:30 y que estábamos enfrente de un
parque con bastante gente andando por la calle a estas horas, dar las gracias a
TODO el mundo por la colaboración de mirar hacía otro lado como si no hubiesen
visto nada, que hasta que no te pasa a ti mismo no nos damos cuenta pensando a
mí esto no me va a pasar, como nos han enseñado en nuestra sociedad, que hasta
a mí me puede pasar viendo el arma blanca que me di cuenta poseía ese
individuo. Creemos que el que propinó el puñetazo a mi amigo llevaba un
mosquetón o tipo puño americano porque le hizo bastante, pero como paso todo
tan rápido tuvimos que salir corriendo.
No os
podéis imaginar la rabia e impotencia que me sigue dando esta situación
cuando la estoy escribiendo, de que esta gente nos este metiendo miedo para
campar a sus anchas, para ver que según entra por el cuartelillo y ven que
tienen más de 30 antecedentes/ delitos, están saliendo por la otra puerta; de
que no haya justicia y de que al final este tipo como muchos otros que cada vez
más hay en Parla, te tengas que tomar la justicia por tu cuenta.
Por
otro lado, también quiero decir que estuvimos en el Hospital desde las 21 horas
y pocos minutos hasta casi las 4 de la mañana para darle unos puntos a mi
amigo y hacerle una radiografía en la mandíbula. Y porque cuando llegamos le
metieron directamente porque se mareaba, sino no quiero pensar a que hora
hubiésemos salido de allí.
He
querido contar esto para advertir y alertar si por aquí lo puede ver alguien
que tenga cierta responsabilidad o cierto poder en el Gobierno Local que pueda
hasta si quiere hablar conmigo incluso y contárselo más detenidamente con más
detalles o apoyar de cualquier manera para que esto no vuelva a ocurrir o cada vez
menos en Parla, y también a todos lo foreros y gente de Parla de que
dejéis de estar parados 20 minutos con vuestros amigos porque sino se van a
pensar algo raro a ver si les vamos a “joder el chiringuito de sus trapicheos a
este gente”.
Está
llegando a Parla mucha gentuza, que no es por ser racista, pero por su cultura
en la sociedad con la que se junta no trabajan honradamente como cualquier
persona. Tienen que comer y como cada día hay más, pues de ahí que en nuestras
calles hayan más robos, trapicheos, drogas, prostitución etc. Qué queréis que
os diga que no sabéis vosotros de que no hay ley para que echen a esta gente
okupando pisos.
Estoy ya cansado ya de lo que veo día tras día en Parla. Cojo el tren
todos los días para ir a mi trabajo de verano a distintas horas, y quien pasa
por la zona de la estación de Parla, frecuentemente se encontrará un panorama
bastante degradado y desolador, y me entero de lo esta pasando últimamente, no sé hasta donde va a llegar esta
peligrosa situación en Parla."