Parla tiene una población fundamentalmente obrera (los que tienen la suerte de no engrosar esa terrorífica tasa del 37,5 % de parados locales) que utiliza los trenes de Cercanías para sus desplazamientos diarios a sus lugares de trabajo, ocio, compras, etc. pues además, en Parla, el Cercanías es el único medio de transporte fiable ante la ausencia de red de metro y un más que deficiente servicio de autobuses interurbanos. La actual estación de cercanías de Parla, fue construida en 1992 para una población que actualmente se ha triplicado y ha quedado completamente desbordada por la ingente cantidad de usuarios
Se ha realizado, el pasado año, y sólo por fuera y en sus accesos, un "lavado de cara" a esta estación, consistente en ampliar el único 'hall' de entrada que había y hacer uno nuevo, con acceso a la parte norte norte de la Calle Real, pero el sentido común nos dice que esto no resuelve nada, pues estructuralmente todo continúa igual. El acceso a las vías se realiza mediante una única escalera mecánica, un pequeño ascensor al cual el gentío acude como una turba nada más abrirse las puertas y una escalera que en su tramo inferior es medianamente ancho y en su parte superior forma una especie de cuello de botella al bordear el ascensor.
Estos accesos son a todas luces insuficientes y los atascos humanos en condiciones normales, durante las horas puntas, son monumentales, y si alguna vez que otra los interventores obligan a los viajeros a pasar el billete a traves de las ranuras de los torniquetes en momentos de máxima afluencia de salida, los viajeros que suben por las escaleras mecanicas se aplastan contra los viajeros que esperan en el 'hall' para poder salir por el torniquete. Las escaleras mecanicas por lo general funcionan mal y muchos días estan paradas tanto las de ascenso como las de descenso y algunos viajeros (supongo que cansados y con ganas de llegar a casa cuanto antes, lo entiendo) utilizan las dos para salir y siempre surge algún roce verbal con otros viajeros que bajan para coger el tren.
El sentido común nos indica que hubiera sido necesario construir otras escaleras para acceder a las vías, ya que los andenes son bastante largos y no presentarían problemas técnicos insuperables, o haber trasladado el ascensor(e instalado uno de mayor capacidad) y construir una ancha escalera central.
Pero la realidad, a fecha de hoy, es que los andenes y los actuales accesos de las escaleras están muy degradados, sobre todo por la existencia de multitud de baldosas rotas. Un interior, el de esta estación, lo que se dice, muy poco acogedor.
El sentido común nos indica que hubiera sido necesario construir otras escaleras para acceder a las vías, ya que los andenes son bastante largos y no presentarían problemas técnicos insuperables, o haber trasladado el ascensor(e instalado uno de mayor capacidad) y construir una ancha escalera central.
Pero la realidad, a fecha de hoy, es que los andenes y los actuales accesos de las escaleras están muy degradados, sobre todo por la existencia de multitud de baldosas rotas. Un interior, el de esta estación, lo que se dice, muy poco acogedor.