lunes, 31 de agosto de 2009

ALCALDE CUATRERO EN EL LEJANO O-ESTE PARLEÑO



Encontré esta pegatina con la imagen del alcalde de Parla en una calle del barrio de Parla Este. En su momento, la aparición de estas pegatinas eran el reflejo de la indignación de jubilados y discapacitados al incrementarles el Ayuntamiento el precio de la tarjeta de transportes que sirve para desplazarse por Parla.

Hace ya tiempo aparecieron muchas de estas pegatinas por toda Parla, pero tuvieron una corta vida porque los servicios de limpieza se encargaron de hacerlas desaparecer de inmediato. Órdenes de arriba que muestran una germánica eficacia en contraste con las habituales basuras, escombros y suciedad generalizada y la degradación medioambiental que se ve por casi todos los rincones de Parla y que en muchos casos permanecen por los siglos de los siglos sin que ningún operario de la limpieza les haga una visita para recogerlas.
Y menos en estos tiempos que corren, pues el multimillonario contrato de la privatizada limpieza viaria firmado con la empresa SUFI ha sido renegociado ante el dramático y depauperado estado de las arcas municipales, y ello implica una drástica reducción en la prestación de servicios de limpieza.

Una imagen vale más que mil palabras, y qué mejor que la del alcalde cuatrero en el barrio de Parla Este, que es como un poblado fantasma del Lejano O-Este, abandonado a su suerte, casi sin árboles que den sombra bajo un sol implacable, sin rastro del ajardinamiento, el carril bici degradado, escombros por doquier, un barrio fantasma(salvo por las terrazas de los bares)con más coches que personas por las calles, constantes robos en garajes, escasa presencia policial, graves fallos estructurales y parcheados urbanísticos en un barrio nuevo, en fin, para que seguir si esto es un filón de despropósitos y aberraciones variadas. Y, por si faltaba poco, también están los multiculturales moradores de las polémicas torres de la Avenida de las Estrellas, que son como el poblado de los indios sioux.

martes, 18 de agosto de 2009

DEGRADACIÓN LAMENTABLE DEL PARQUE DEL LAGO













Hace más de una década fue inagurado el Parque de Las Comunidades, también conocido como del Lago de Parla, en un paraje que en aquella época estaba situado muy a las afueras y distante de cualquier zona residencial de Parla. Por aquel entonces, los terrenos del barrio de Parla-Este, que en la actualidad constituyen el límite septentrional del parque, tan sólo eran campos de labor o descampados y otro tanto sucedía con la zona del actual barrio del Leguario Sur. Aún no habían comenzado en Parla los oscuros tiempos del voraz “ladrillazo especulador” que vendría posteriormente y las únicas expansiones urbanas recientes registradas eran la del barrio de Las Américas y la de los chalets de Laguna Park.


 




Por el parque cruza o cruzaba el arroyo Humanejos, el único curso fluvial, aunque estacional, del término municipal de Parla y una zona de gran valor ecológico, con cuya chapucera canalización en este tramo empezaría lo que ha sido su paulatina destrucción total, con aberraciones urbanísticas posteriores y la tala del valioso bosque de ribera que lo circundaba. Un atentado ecológico en toda regla.





La descripción de este parque que figura en la web municipal invita a la risa y uno se pregunta en qué parte de Parla puede estar ese parque tan profusa y sutilmente descrito, porque en Parla seguro que no, aunque algo sí es verdad, y cito textualmente: “Es una de las zonas verdes emblemáticas del municipio”. Sin ninguna duda irónicamente este ruinoso parque es un emblema del municipio de Parla, que sufre en su totalidad idéntica ruina, abandono, mala planificación y pésima gestión de las zonas verdes en proporciones desmedidas.

 



Cualquier fin de semana en el que haya barbacoas o cualquier evento que suponga una gran afluencia de gente, ir hasta allí en bicicleta o caminando supone jugarse la vida, siendo los peatones y los ciclistas esquivados por los coches y cada uno yendo por donde puede, además de que en estos casos de gran la afluencia y, ante la ausencia de un aparcamiento disuasorio que evitara entrar hasta la misma puerta del parque, ambos márgenes de la calzada están totalmente ocupados por coches aparcados y el pequeño aparcamiento del parque está abarrotado, creando una imagen y un entorno marginales y muy degradados.





Desde el principio, los lamentables fallos de diseño hacían que este parque estuviera condenado a su degradada y precaria situación actual. Su diseño nada práctico para su mantenimiento, desvertebrado y fragmentado en varios espacios verdes colindantes obligan a tener que abrir y cerrar múltiples accesos, y a los visitantes les impide una continuidad lineal fluida en sus paseos por el parque, lo que le resta atractivo como lugar de disfrute y paseo, inviable sobre todo para las personas mayores, discapacitadas y quienes no gocen de demasiada agilidad física por su dificultad y precariedad de acceso.





La entrada al parque es ya de por sí el botón de muestra del abandono y la improvisación. Si se intenta consultar el mapa que da la bienvenida, uno puede creer que en el parque en el que está entrando se rueda una película de terror. Y con un simple paseo las deficiencias son continuas: Muchas partes del parque están asilvestradas y abandonadas por la falta de cuidados y de su propio diseño poco práctico y desvertebrado(el secarral de la parte superior que da a Parla Este con cuatro árboles trasplantados no es vegetación autóctona, sino abandono absoluto del parque); aspersores rotos, enterrados o que simplemente riegan bordillos; los elementos del circuito deportivo están destrozados; gran cantidad de bordillos de madera rotos y/o tirados or cualquier parte del parque; el agua del lago tiene cantidades ingentes de desperdicios y tiene un color marrón oscuro muy tétrico que poco invita a que sobreviva ningún pez; los vertidos de escombros que jalonan los caminos rurales de la parte exterior del sur del parque; etc, etc.





Los parques colindantes al Parque de las Comunidades, con los precarios accesos que parten a la mitad ambos parques y van a parar a los caminos rurales, hace mucho tiempo que están siendo reformados, pero son una muestra más de falta de criterio unitario y en vez de tanto parche en esos parques, que es como tirar el dinero porque no se hace una verdadera reforma a fondo, tenían que haber hecho un plan integral de ordenación accesos con prioridad a peatones y ciclistas en vías separadas de los automóviles, un vallado sólido y estéticamente homogéneo para todo el recinto, establecer amplias y largas zonas de paseo con continuidad, plantar arbustos y plantas que no necesiten apenas de riego ni mantenimientos, vallar la zona primera de los pinos que está llena de coches y basura entre los árboles, etc. o simplemente tomado como modelo el parque Juan Carlos I de Pinto, un parque precioso y fantástico y todoun ejemplo a imitar, y construir uno similar en ese espacio que ocupan el Parque de las Comunidades y sus adyacentes, que están pésimamente estructurados.





Según las insólitas palabras textuales del propio Ayuntamiento de Parla en un Pleno celebrado hace escasos meses: "El Parque de las Comunidades está estupendo". Comprobad vosotros mismos en esta afirmación la falsedad, ineptitud y miseria personal de los energúmenos que están al frente de determinadas responsabilidades en el Ayuntamiento de Parla. Semejantes embustes y cara dura son patrimonio de una casta de inútiles ajenos por completo al cometido para el que fueron elegidos. Aunque ya hace tiempo que la perdieron, a los responsables municipales parleños les tenía que seguir dando vergüenza ver el deplorable estado de este parque y otras muchas zonas verdes de Parla.