lunes, 4 de enero de 2010

MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO: LAS CRÓNICAS DE HEXCEL
























Casi no me había percatado hasta hace unos días de este interesante vestigio del pasado: el cartel de la zonificación por parcelas del polígono industrial “Ciudad de Parla”. He pasado muchas veces por delante de ese cartel, pero aún sabiendo de su existencia, siempre pasaba de largo sin detenerme a mirarlo. Es una verdadera reliquia casi arqueológica que permanece en pie y que aporta vital información de las últimas décadas de la historia de Parla, principalmente la de carácter económico, ese aspecto siempre tan negativo y subdesarrollado en este municipio y que tanto ha condicionado el enorme atraso que Parla ostenta respecto a todos los municipios de su entorno similares en número de habitantes.







No voy a relatar los orígenes de este polígono industrial, pues ya lo hice en una ocasión anterior, y me voy a centrar en los detalles que aporta este cartel, con esa información parcelaria tan ordenada y su pulcro aspecto a pesar de sus más de veinte años erigido en pie en ese lugar. Si alguna vez habéis caminado o transitado recientemente por este polígono, habréis comprobado su deficiente y decrépito estado y su cada vez más escasa actividad económica, con muchas naves con el cartel de venta o alquiler, otras naves abandonadas y mucha suciedad sobre todo en las parcelas vacías. 







Muchas de esas pequeñas empresas que figuran en el directorio del cartel ya han desaparecido. De un primer vistazo, una de las poquísimas empresas relevantes que figuran en el plano y que aún continúan en activo es Mademol, que por aquel entonces se denominaba Mármoles Sánchez Bosque S.A. 







Pero sobre todo, la historia de este polígono industrial y, por extensión, del eterno declive económico e industrial de Parla están ejemplificados en el caso de la empresa norteamericana Hexcel Composites, denominada Hercules Aerospace cuando se instaló en Parla. Hercules Aerospace, una de las empresas líderes mundiales en la fabricación de componentes aeronáuticos, en concreto de fibra de carbono impregnado, decide en 1987 instalarse en Parla, adquiriendo una parcela de 15.000 metros cuadrados en el nuevo polígono industrial ”Ciudad de Parla”. La disponibilidad de suelo a precio asequible en esta nueva área industrial cerca de Getafe, donde está ubicada la gran factoría de EADS-AIRBUS, por aquel entonces CASA, convertían esta inversión en la más importante que se había realizado en Parla, pues Hercules Aerospace realizó una inversión inicial de 1.300 millones de las antiguas pesetas. En la gran factoría prevista para Parla se calculaba que trabajarían setenta técnicos cualificados y unas trescientas personas más, nada que ver con la realidad actual. 







En 1989 sale el primer lote de material de fibra de carbono fabricado en la factoría de Parla. En 1996 Hercules Aerospace desaparece y sus divisiones son compradas por otras empresas, adquiriendo la división de composites(patrones de diseño) la empresa Hexcel, líder mundial de la fabricación de materiales avanzados. Con ello la fábrica de Parla pasa a denominarse con el nuevo nombre de la empresa compradora. 







Al comienzo del presente siglo, se experimenta un gran auge en el transporte aéreo, tanto de pasajeros como de mercancías, lo que equivale a que aumenten considerablemente los pedidos de nuevos aviones, sobre todo de los dos grandes fabricantes mundiales que son la norteamericana BOEING y el consorcio europeo EADS-AIRBUS, en este último caso sobre todo por la fabricación del nuevo Airbus A-380. Y al mismo tiempo, la fibra de carbono pasa a formar parte de una enorme cantidad de objetos y utensilios que utilizamos en nuestra vida cotidiana, al margen de nuevos usos industriales más allá de sus orígenes aeronáuticos. 







Inevitablemente, esto supone que la enorme demanda de fibra de carbono por parte del mercado mundial hace necesaria una ampliación de las instalaciones de Hexcel, remontándose la decisión estratégica al año 2004, y requiriendo una parcela de 50.000 metros cuadrados para satisfacer las necesidades de ampliación. 







Surge el momento crucial y es entonces cuando la multinacional norteamericana se topa con la absoluta desidia y abandono por parte del Ayuntamiento de Parla, que en ningún momento ni se muestra interesado ni facilita la necesaria parcela para la nueva factoría. Simplemente increíble, algo por lo que cualquier Ayuntamiento se dejaría la piel y los responsables del municipio récord del desempleo desdeñando semejante inversión. De aquellos y otros barros vienen estos lodos. 







Pero eran los tiempos de Jesús Gil, el Pocero, Tomás Gómez y tantos otros personajes similares de todos los partidos políticos. Tiempos del ladrillazo, comisiones, amiguismos y dinero rápido, de lograr una expansión urbana de la que Parla estaba muy rezagada y estancada respecto al resto de municipios del área metropolitana de Madrid. En todos los municipios se había producido un constante y progresivo desarrollo urbanístico pero en Parla poquita cosa, exceptuando ciertas áreas de unifamiliares y las viviendas protegidas del barrio de “Las Américas”, algo puramente testimonial. Y en lo económico pues prácticamente nada, el Centro Comercial el Ferial, el modestísimo polígono industrial y punto y final. Era la génesis de Parla-Este, esa especie de ciudad dormitorio surgida de la improvisación y las prisas por hacer caja y atraer a nuevos colonos a toda costa. Y entre pisos, especulaciones, políticos inútiles, corruptelas y burbujas inmobiliarias se fue perdiendo la gran oportunidad inversora. 







Aprovechando que EADS-AIRBUS tiene una fábrica en Illescas, su entonces director ejerció de mediador ante el gobierno castellano-manchego, que lógicamente se frotaba las manos ante semejante oportunidad, para que Hexcel construyera en Illescas su nueva fábrica. El 26 de enero de 2006 el alcalde de Illescas y la Junta de Castilla-La Mancha, a través de la sociedad de desarrollo "Urban", firman el convenio para la construcción de la fábrica en Illescas, que se inauguró en 29 de abril de 2008. Al tiempo, con motivo de la apertura de la fábrica de Illescas, la fábrica de Hexcel en Parla se puso en el centro de los rumores sobre su posible desaparición, aunque de momento continúa con su producción y cuenta en la actualidad con unos cien trabajadores, muchos de ellos en tareas comerciales y administrativas más que en las propiamente fabriles. 







Son las memorias del subdesarrollo y la razón del porqué de casi todo lo que, económica y socialmente, acontece hoy en día en Parla, desde las colas de parados a la calle San Blas hasta todos los desastres y deficiencias que jalonan cada rincón del municipio y lo hacen único en su género.

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