El Ayuntamiento de Parla debe abonar a la Comunidad de Madrid 702.274,46 euros de una subvención entregada en 2011, cuando estaba dirigido por el PSOE,
de un trabajo que nunca se realizó.
Se trata de una ayuda prestada a la
promotora inmobiliaria Edimed Gestión S.L. para construir 54 viviendas
en el municipio, algunas protegidas, por las que no se puso una sola
piedra.
La empresa, lejos de devolver el dinero, presentó varias
facturas para justificar su trabajo –no reconocidas por el interventor–
en concepto de gastos de representación, como comidas por todo lo alto
en el restaurante Zalacaín, de más de 800 euros, o en el exclusivo Hotel
Villa Magna, de casi 300.
El contrato, adjudicado por el equipo de Gobierno de José María Fraile, delfín de Tomás Gómez e implicado en la trama púnica, encarga la renovación de un conjunto de edificios situado en la calle de Humanes de la localidad. La intención era derruir los tres bloques existentes y construir en su lugar las viviendas, de las cuales 42 –en dos nuevas alturas– se iban a vender como protegidas. El resto serían para los propietarios originales.
El adjudicatario de la obra, Edimed Gestión S.L., se beneficiaría de una ayuda prestada por el Ayuntamiento de Parla y el Ministerio de Vivienda. Así, el Consistorio costearía más del 70 por ciento de la operación, con un desembolso de 3.530.939,47 euros, y el ministerio el resto, con un aporte de 1.404.556,92 euros. La cuantía entregada por Vivienda, que se haría en tres anualidades, se hizo a través de la Comunidad de Madrid. El abono, según el acuerdo alcanzado, estaba supeditado a la justificación del gasto, con el compromiso de que se debía levantar el 50 por ciento del proyecto en los tres años siguientes, supervisada por las administraciones participantes.
«Perjuicio grave»
Estas condiciones, sin embargo, no fueron más que humo y la relación entre la adjudicataria y el entonces gobierno socialista de Parla fue un cúmulo de irregularidades.
El contrato, adjudicado por el equipo de Gobierno de José María Fraile, delfín de Tomás Gómez e implicado en la trama púnica, encarga la renovación de un conjunto de edificios situado en la calle de Humanes de la localidad. La intención era derruir los tres bloques existentes y construir en su lugar las viviendas, de las cuales 42 –en dos nuevas alturas– se iban a vender como protegidas. El resto serían para los propietarios originales.
El adjudicatario de la obra, Edimed Gestión S.L., se beneficiaría de una ayuda prestada por el Ayuntamiento de Parla y el Ministerio de Vivienda. Así, el Consistorio costearía más del 70 por ciento de la operación, con un desembolso de 3.530.939,47 euros, y el ministerio el resto, con un aporte de 1.404.556,92 euros. La cuantía entregada por Vivienda, que se haría en tres anualidades, se hizo a través de la Comunidad de Madrid. El abono, según el acuerdo alcanzado, estaba supeditado a la justificación del gasto, con el compromiso de que se debía levantar el 50 por ciento del proyecto en los tres años siguientes, supervisada por las administraciones participantes.
«Perjuicio grave»
Estas condiciones, sin embargo, no fueron más que humo y la relación entre la adjudicataria y el entonces gobierno socialista de Parla fue un cúmulo de irregularidades.
Así lo confirma un informe de la
Intervención municipal, al que ha tenido acceso ABC, que señala la «mala
actuación de la Administración Local, resultando un perjuicio grave en
los interes económicos» por entregar estos fondos.
La anomalía detectada se refiere a que el Consistorio nunca debería haber pagado nada hasta que la empresa no acreditase parte del trabajo, algo que nunca se hizo. Ante tal situación, la Comunidad reclama en 2015 la devolución de los más de 700.000 euros adelantados. Dos años después y con la petición a Edimed en vía de apremio, fuentes municipales explicaron que el pago se hará «próximamente».
El informe, además, incluye una reseña de un arquitecto municipal en el que asegura que las facturas que se presentaron para tratar de justificar una parte del dinero son insuficientes. Su escrito detalla que los costes argumentados «son inherentes a la ejecución del área y gestión de la Promoción, siendo aplicables dentro del capítulo de gastos generales». Si bien Edimed entrega documentación sobre pagos a arquitectos, estudios jurídicos y de viabilidad sobre la promoción de viviendas, el importe reconocido por el técnico municipal no pasa de 170.000 euros, quedando más de medio millón de euros de la subvención en el aire.
La anomalía detectada se refiere a que el Consistorio nunca debería haber pagado nada hasta que la empresa no acreditase parte del trabajo, algo que nunca se hizo. Ante tal situación, la Comunidad reclama en 2015 la devolución de los más de 700.000 euros adelantados. Dos años después y con la petición a Edimed en vía de apremio, fuentes municipales explicaron que el pago se hará «próximamente».
El informe, además, incluye una reseña de un arquitecto municipal en el que asegura que las facturas que se presentaron para tratar de justificar una parte del dinero son insuficientes. Su escrito detalla que los costes argumentados «son inherentes a la ejecución del área y gestión de la Promoción, siendo aplicables dentro del capítulo de gastos generales». Si bien Edimed entrega documentación sobre pagos a arquitectos, estudios jurídicos y de viabilidad sobre la promoción de viviendas, el importe reconocido por el técnico municipal no pasa de 170.000 euros, quedando más de medio millón de euros de la subvención en el aire.
Cuentas con comilonas de 800 euros
La promotora, no obstante, trató de acreditar la ayuda con más facturas que también fueron rechazadas. Y es aquí donde se halla la parte más flagrante del caso. Edimed presentó cuentas de comidas en locales exclusivos como Zalacaín o el restaurante chino del Hotel Villa Magna. Los comensales degustaron a costa del dinero publico platos selectos como ensaladas de bogavante de casi 50 euros; botellas de vino por valor de 100 euros; pato lacado por 62 o copas de whisky Macallan en cada encuentro. Comilonas de 808 euros, de 300 y decenas de ellas alrededor de los cien, hasta sumar 4.000 euros únicamente con las notas presentadas al Consistorio. Este diario intentó ponerse en contacto con Edimed en repetidas ocasiones, pero no encontró respuesta.
Lo cierto es que el nombre de esta promotora no es la primera vez que aparece en los medios. ABC reveló en octubre de 2014 que esta entidad –junto a las cooperativas Los Lagos del Este e Intercom Ibérica– tenía una concesión de suelo municipal para edificar vivienda protegida. Sin embargo, los comercializó como vivienda libre y saltándose todos los requisitos de adquisición. Después de que varios compradores adelantaran hasta 20.000 euros, tampoco llegó a construirse.
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