Se extiende el infierno okupa por Parla. No son ya sólo los centenares de siniestros okupas del edificio de la calle Toledo 15 de Parla, que llevan ya muchos meses instalados y que van "acondicionando sus nuevos y gratuitos hogares". Cualquier osado parleño que sienta curiosidad por comprobar "in situ" lo que sucede en este edificio municipal de viviendas y sus siniestros okupas, que se dé una vuelta por allí.
Pero además, según informaciones vecinales se han producido nuevas okupaciones de pisos en otros barrios de Parla.
Ayer, lunes 9 de julio, se formuló la denuncia de varias
comunidades de vecinos de la calle Río Miño y Río Ebro en los juzgados
de Parla ante la ocupación ilegal de viviendas por parte de un clan de
gitanos rumanos y los problemas que están ocasionando en cuanto a
inseguridad y de convivencia, además del hecho delictivo de apropiarse
de unas viviendas que no son suyas.
Este hecho ya ha levantado la inquietud de muchos vecinos y comerciantes
en la zona comprendida por las calles La Sal, San Blas, Río Miño, Río
Ebro, e incluso en la calle Las Ciudades donde también han entrado en
una vivienda sin permiso alguno del propietario, que la tenía sin usar
en la actualidad.
La zona donde se ha asentado este clan gitano rumano, cuyos miembros
forman parte del contingente que fue expulsado de Italia hace unos años
tras un asesinato e innumerables robos y otras actividades
delictivas, esta habitada no solo por ciudadanos españoles, sino por
una numerosa colonia de inmigrantes norteafricanos, africanos y
latinoamericanos además de comercios chinos, que se han sentido
intimidades por esta presencia.
Muchos bares de la zona han extremado sus medidas de seguridad colocando
cerraduras con llave en aseos y restringiendo el acceso de estas
personas ante los problemas que generan al ser habituales del robo al
descuido o al impago de las consumiciones. Las tiendas tienen idéntico
problema, pues en muchos casos es más lo que sellaban estas personas que
lo que abonan, y esto ha provocado ya algunos problemas con los propios
comerciantes.
Si ya hemos asistido al problema creado por la mala gestión del Plan de
la Vivienda Municipal con la promoción de la calle Toledo 15, y los
gitanos okupas, ahora a menos de 100 metros de la estación de RENFE
tenemos otro clan dedicado a actividades ajenas a la legalidad campando
a sus anchas y sembrando la inseguridad y el temor entre la población que reside en esta
zona céntrica de Parla.
Parla debería tomar las
medidas adecuadas para garantizar la seguridad y la convivencia en esta
zona, sobre todo si consideramos que los problemas de orden público que
se pueden generar son muy altos ante el porcentaje de residentes
inmigrantes y al ser una zona con locales que los reune.
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