El Ayuntamiento de Parla ha alertado a los contribuyentes de que los
recibos del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), el conocido "numerito del coche", podrían no haber llegado a todos los parleños debido a la “quiebra” de la empresa adjudicataria del servicio de reparto.
El Consistorio parleño ha informado en redes sociales de que los “recibos domiciliados ya han sido cargados” para un tributo cuyo periodo de pago voluntario finaliza el próximo 30 de abril.
Y
aunque el Departamento de Recaudación Ejecutiva ya ha emitido y enviado
todos los recibos de este impuesto, las redes municipales han advertido
de que “los envíos han sido realizados por la empresa adjudicataria del servicio de reparto, quien recientemente ha quebrado”.
Por este motivo, “podría no haberle llegado el recibo”, explica el Ayuntamiento a los parleños.
Todo ello pese a que, según el Consistorio, “las Administraciones no tienen obligación de enviar recibos de los impuestos y es el contribuyente el que está obligado a conocer el calendario fiscal”.
Las
mismas fuentes municipales han recordado a los vecinos que, en caso de
no haber recibido el IVTM, pueden solicitar una copia en el Servicio de Atención al Ciudadano (SAC) o tramitarlo on line en la Sede Electrónica para quienes dispongan de Certificado Digital.
Críticas de los parleños
Las
críticas de los contribuyentes en redes sociales del propio
Ayuntamiento de Parla no se han hecho esperar. Así, una internauta lamenta la
falta de información. “En vez de mandar un bando para informarnos somos los perjudicados los que tenemos que estar pendientes”, esgrime.
Otro contribuyente apela a la necesidad de que se envíen los recibos. “No tendréis la obligación, pero sí el deber,
majos, que gobernáis para los ciudadano (se supone). Vuestros sueldos
-prosigue- salen de nuestros lomos,así que lo mínimo que podíais hacer
es hacernos la vida lo mejor y más fácil posible”, apunta.
También los hay que han cuestionado la incidencia: “Toda la vida los han mandado y ahora dicen que no tienen la obligación de mandarlos. Y los que trabajen que pierdan un día de trabajar para recogerlos, ¿no?”, se pregunta.
Mientras,
otros apuntan a que esta situación con los recibos del IVTM se repite
en el tiempo: “Qué casualidad que la empresa que los manda ha quebrado.Y
el año pasado que tampoco me llegó -plantean-, ¿también quebró?”.
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