lunes, 18 de febrero de 2019

22 detenidos en Parla y Madrid de una mafia china que traficaba con marihuana a escala internacional



Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han detenido en Madrid y Parla a 22 personas como presuntos autores de delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico al pertenecer a una organización delictiva dedicada al cultivo indoor de marihuana para su posterior tráfico a diferentes países europeos.

Tras un año de investigación, el pasado 23 de enero se llevaron a cabo 25 registros simultáneos practicados en domicilios, garajes y naves de Madrid y Parla.

Además, se ha detenido a 11 ciudadanos chinos y 11 españoles, se han desmantelado 8 invernaderos indoor y los agentes han incautado 10.500 plantas y 250 kilogramos de cogollos de marihuana, empaquetados y preparados para su venta. Por otro lado, se han intervenido tres vehículos utilizados por la organización, 195.000 euros en efectivo y 6 escopetas. Los registros se desarrollaron de forma conjunta con el despliegue de más de 250 agentes.

La investigación comenzó en enero de 2018, cuando agentes de la Policía Nacional recibieron varias denuncias de vecinos de Parla en las que alertaban de la existencia de un piso en el que podría estar siendo almacenada marihuana en grandes cantidades.

 

Primeras investigaciones policiales


Fruto de las primeras investigaciones, se incautaron 109 kilogramos de cogollos de marihuana y 105.200 euros, y se detuvo a cuatro ciudadanos de nacionalidad china, responsables de la guarda y custodia de la droga.
 
Dentro de las diferentes colaboraciones y coordinaciones entre Policía Nacional y Guardia Civil , en el marco de la Operación ‘Farmers-Bambusa’, agentes de la Comisaría de Parla, la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Badajoz, descubrieron la existencia de un complejo entramado que operaba desde Madrid y Parla, compuesto por ciudadano chinos que actuaban en pequeñas células que, a su vez, se encargaban de contactar con los receptores de diversos países europeos, entre ellos, Reino Unido, Francia e Italia, principalmente.

 

Estructura de la mafia china de narcos


Según ha informado Policía, cada célula, una vez que acordaba y recibía el dinero del cliente correspondiente, contactaba en la provincia de Badajoz con un clan familiar que había construido una red de invernaderos y cultivos indoor de marihuana, y que les servía el estupefaciente.

Para hacerse una idea del enorme volumen del negocio ilícito, se destaca que en una sola semana el comprador venido de Madrid a Mérida, podía adquirir marihuana valorada en unos 300.000 euros.

Este clan familiar, según las mismas fuentes, se encontraba perfectamente estructurado con roles muy definidos: el cabecilla de la organización contaba con diferentes personas de la familia a su servicio y dedicadas a la creación de invernaderos en el interior de diferentes inmuebles.

“Estas instalaciones contaban con enganches ilegales a la red eléctrica con el objetivo de obtener energía para los múltiples aparatos, máquinas, transformadores y material, cuantificables en decenas de miles de euros- para el cultivo y desarrollo de las plantas”, según Policía.

También contaban con cuidadores y guardadores del cultivo, a quienes les ofrecían vivir en los citados inmuebles a cambio de ciertas cantidades de dinero.

Una vez que las células recogían el estupefaciente, era transportado a Madrid, donde la organización disponía de estructuras estables de pisos, garajes y almacenes en los que la depositaban, procesaban, envasaban y camuflaban entre otros objetos de procedencia legal, para ser enviadas al extranjero de forma inmediata y en un plazo inferior a 24 horas.


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