Denuncia un vecino algo ya conocido en consonancia con la suciedad, degradación, abandono, ruina e inseguridad que afecta de uno u otro modo a todos los barrios de Parla, el aparcamiento municipal de Felipe II está sin luz desde hace mucho tiempo, con lo que la total oscuridad lleva a que los coches sean un blanco facil para los chorizos de mala
muerte.
La caseta del antiguo guarda y las barreras rotas son el ejemplo del más absoluto abandono y desidia municipales, otro ejemplo de la catastrófica gestión que está convirtiendo en un lugar marginal y deprimente, pues deprimida ya está Parla en todos los sentidos. Además, en las inmediaciones del aparcamiento existe el problema de los bolardos que no funcionan en todo el barrio, carreras de coches, garajes ilegales, no se respeta el sentido de circulación de las calles, locales de mala muerte convertidos en garitos clandestinos donde se hacen fiestas ilegales, en fin, un barrio del que salir huyendo............el que pueda.
Es un milagro que no hayan robado todavía las placas solares. En este aparcamiento impera la ley de la selva y el caos. Es frecuente ver cristales en los suelos de ventanillas rotas en coches que han sido robados. La gente aparca donde le da la gana y no se respetan las delimitaciones de las plazas ni de los pasos de cebra.
El aparcamiento es un lugar muy frecuentado para hacer botellones, dejando la zona hecha un asco y llena de basura y botellas rotas. Por si fuera poco, y como es poco cuando empieza el instituto sirve de lugar de frecuentes peleas,
un lugar ideal cuando los pandilleros necesitan hacer sus particulares batallas campales.
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