jueves, 19 de abril de 2012

Ataque a la cultura y educación públicas: La trampa de la «bibliotasa» socialista de Parla




La
introducción de un copago de tres euros en las bibliotecas sorprende
todavía más después de que el propio equipo de Gobierno de Fraile
reconociera que «la falta de cualificación y los bajos niveles de
formación de la población de Parla les hace más vulnerables que a la
mayor parte de los municipios de la región».







El pasado
31 de marzo, el Ayuntamiento de Parla aprobó un controvertido plan de
viabilidad para garantizar el pago a los proveedores y en el que se
calculaba que la deuda municipal con éstos ascendía a 275 millones de
euros. El municipio se convertía así en el cuarto más endeudado de
España. El plan de ajuste, que cuenta con la peculiaridad de no cumplir
los requisitos fijados por el Gobierno –en lugar de a 10 años es a 20 e
incluye la deuda financiera–, fue aprobado con los votos de los
concejales socialistas y de Izquierda Unida. 





Y ahora, sólo dos semanas
después, aquellos que respaldaron las medidas han comenzado a desdecirse
y a rectificar uno de los puntos más antisociales del proyecto: el
copago en las bibliotecas públicas de Parla
.




En concreto, el documento aprobado en el pleno da luz verde al cobro de 3
euros «por la utilización de los servicios» de estas instalaciones. La
inconcrección de lo aprobado y lo disparatado de las previsiones de
recaudación del propio plan alimentaron enseguida el debate entre los
vecinos, especialmente entre aquellos que utilizan las bibliotecas
públicas: ¿se cobrarían 3 euros por un carné anual o, por contra, habría
que abonar esta cantidad cada vez que alguien acude a solicitar el
préstamo de un libro o a hacer uso del resto de servicios que estos
centros ofertan?





El plan incluye una previsión que sólo consigue arrojar
más confusión: «En 2011 hubo 284.000 usuarios, lo que supondría unos
ingresos de 852.000 euros al año». Al hablar de 284.000 usuarios en un
municipio de 122.000 habitantes, parece quedar claro que la previsión
inicial del alcalde, José María Fraile, era la de cobrar por cada uso.
Sin embargo, su concejal de Cultura, Pablo Sánchez, salió al paso de las
críticas y y subrayó que la «bibliotasa» sólo se abonará una vez al año
por la renovación del carné
. En tal caso, y partir de las estimaciones
de los grupos políticos, si en Parla hay menos de 10.000 socios de la
biblioteca, la cantidad recaudada nunca llegaría a superar los 30.000
euros anuales, muy lejos, por tanto, de los 852.000 a los que se
comprometió el Ayuntamiento en el documento enviado al Ministerio de
Hacienda. El propio Sánchez ha reconocido que «lo de los 3 euros no es
un copago, sino una forma de concienciar a la gente de que las cosas no
son gratis».


 


Segunda marcha atrás







 


Y para cerrar el despropósito que parece rodear a la aprobación de esta
medida, Izquierda Unida ha emitido esta semana un comunicado en el que
rechaza el copago en las dos bibliotecas del municipio, la Gloria 
Fuertes y la Isaac Albéniz. Su encendida defensa de «la cultura libre y
gratuita» resulta especialmente sorprendente después de que votaran a
favor del plan que consagra la «bibliotasa» en el municipio. 




La introducción de un copago de tres euros sorprende todavía más después
de que el propio equipo de Gobierno de Fraile reconociera en el texto
del plan de viabilidad, en su apartado dedicado a la economía y al
empleo, que «la falta de cualificación y los bajos niveles de formación
de la población de Parla hace a los parleños más vulnerables que a la mayor parte de los
municipios de la región».


 


¿Un plan viable?





 


Las cuentas no cuadran, pero ello no ha sido obstáculo para que la
interventora municipal diera su visto bueno al plan de viabilidad. En lo
referente al copago en las bibliotecas, el informe emitido por la
interventora no sólo suscribe la previsión de ingresar 852.000 euros,
sino que va más allá al recoger que «se contempla la posibilidad de
aprobar nuevas tasas aunque no se define cuáles»
. Una inconcreción que
ha sido criticada por el Partido Popular, ya que, como asegura su
portavoz, Miguel Ángel López, «sólo les ha faltado poner que les tocará
la quiniela, eso sí, sin concretar cuándo, porque este alcalde hace los
presupuestos y los planes de ajuste como el que se inventa una quiniela
loca: el problema es que Fraile nunca acierta y al final, terminan
pagando la broma los vecinos».







 





Presupuestos viejos y recurridos ante la Justicia





 


El del plan de viabilidad no es el único frente que tiene abierto el
alcalde parleño. Los presupuestos municipales han sido recurridos ante
la Justicia por el PP. La principal formación de la oposición ha
denunciado las cuentas de Fraile ante la Fiscalía
además de presentar
contra ellas un recurso contencioso-administrativo al considerar que son
«falsas» y no responden a la realidad de Parla. 





Estos
presupuestos, que fueron prorrogados por segundo año consecutivo –son en
realidad los de 2010– recogen, por ejemplo, una estimación de
recaudación de 25 millones en impuestos indirectos, cuando la realidad
ha demostrado que esta cifra rondará los 3 millones. O que los ingresos
por tasas municipales será de más de 15 millones, cuando en los años
precedentes nunca llegó a 7. Además, estas cuentas arrojaron en 2010 un
déficit de 41 millones de euros y en 2012 de 45 millones.































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