La fotografía la envía un vecino
del barrio de Parla Este para denunciar la suciedad, el abandono, los ruidos y
la inseguridad que genera el consentido botellón.
Los vecinos del barrio de Parla
Este vuelven a estar hartos e indignados por el total abandono que sufren, esta
vez aquellos cuyas viviendas son colindantes con el vacío erial comprendido
entre las últimas viviendas construidas y las vías del ferrocarril.
Se trata de una amplia zona de
fantasmagóricas parcelas donde nunca se edificaron las viviendas inicialmente
previstas, y ahora quedan como mudos testigos y desolador recuerdo de los años
de la salvaje especulación inmobiliaria y el ladrillazo en Parla.
Ante la degradación enorme y
peligroso lugar en el que se había convertido esta fantasmal parte de Parla,
hace tiempo se instalaron barreras para que los vehículos no pudiesen acceder a
esas calles, pero con el paso del tiempo, según el testimonio vecinal, ya se
han abierto atajos para pasar con el coche o se aparca el vehículo en las
proximidades, y comienza el macro botellón, dejando una estela de litronas, condones y basura de toda índole.
Esta parcela, en la calle
Constelación de Perseo, estaba vallada, tal y como es preceptivo, pero las
vallas han sido derribadas y la zona se ha convertido en un macro botellón ya
consolidado y donde los restos de sucesivas “celebraciones” se van acumulando
con la consiguiente insalubridad.
Es evidente que en Parla hacer botellón sale gratis, que los dueños
de los perros no recojan los excrementos sale gratis, hacer pintadas, destrozos
vandálicos, tirar escombros en cualquier parte, ensuciar la ciudad con anuncios
de compra-venta, etc. sale gratis. Pero el futuro copago/repago por el préstamo de material de la
biblioteca, costará tres euros.
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