No llegó a
cundir el pánico, pero fueron minutos de nervios. Muchos padres de
alumnos del colegio concertado Torrente Ballester de Parla vivieron unos
momentos de lo más angustiosos cuando se enteraron por la televisión de
lo ocurrido en el centro donde estudian sus hijos y nadie les cogía el
teléfono para saber si los suyos estaban bien.
A las 14:45 horas, el
falso techo de una clase donde estudian los niños de segundo de Primaria
(de siete años) cedió, dejando tres niños heridos de diversa
consideración –ninguno grave–.
Los facultativos de Emergencias Comunidad
de Madrid se trasladaron al colegio, situado en la calle Getafe de la
localidad, y atendieron rápidamente a las víctimas.
El más grave presentaba una fractura abierta de tibia y peroné y fue
trasladado por el Summa al 12 de Octubre con pronóstico moderado.
La
segunda herida es una niña con una traumatismo craneoencefálico leve,
que fue trasladada al mismo hospital. La tercera víctima también fue una
niña, con una pequeña luxación del hombro derecho y fue trasladada al
hospital de Getafe.
Dos profesoras tuvieron que ser atendidas por una
crisis de ansiedad, según un portavoz del Summa. Los niños, según
fuentes municipales, estaban siendo evacuados del aula en el momento en
el que se produjo el derrumbe parcial del falso techo de escayola
porque, al parecer, la profesora se había dado cuenta del peligroso
percance tras escuchar un fuerte ruido.
Según comentaban las madres a la
puerta del colegio, el origen del suceso podría estar en las obras que
se realizaron este verano en el baño anexo al aula afectada.
Sin embargo, según la concejala de Urbanismo de la localidad, María José
López, el centro –de gestión privada– pasó la última inspección
periódica hace aproximadamente año y medio.
Según López, aunque aún no
se conoce el informe definitivo del arquitecto municipal, que acudió al
centro para evaluar los daños, las lluvias de estos días han podido
afectar al suelo y se ha producido una grieta en la pared, que cedió a
la altura del falso techo y provocó el derrumbe que dañó a los pequeños.
Afortunadamente, todo quedó en heridos y el tremendo susto que se
llevaron los pequeños. «Sólo llamaron a los padres de esa clase, el
resto de alumnos siguieron dando clase. Me parece una falta de
precaución tremenda. Encima, no cogían el teléfono y no sabíamos bien
qué había ocurrido», comentó Luz, madre de un alumno del centro.
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