Mariano Sánchez Toribio, ex concejal de Hacienda del
Ayuntamiento de Parla, presentó el 23 de abril de 2010 ante la Comunidad
de Madrid el coste de de su plantilla municipal incluido en el
presupuesto anual, pero maquilló las nóminas de oro con las que Tomás Gómez, ex alcalde del municipio, congratuló a sus trabajadores.
De cara a Esperanza Aguirre,
los peones que trabajan para el Ayuntamiento se embolsan 30.000 euros
de media cada uno. Nadie dice que dos de cada diez trabajadores de esa
categoría superan los 40.000 euros al año, sin incluir al peón mejor pagado de Parla (61.326 euros), que duplica el salario oficial presentado ante la Comunidad.
Según
el presupuesto que el Ayuntamiento facilitó a la Comunidad, el
conductor municipal percibe 33.513 euros anuales, pero en realidad gana
64.342 euros, como los arquitectos que trabajan para el Consistorio. El
alcalde José María Fraile argumenta que el chófer lleva
trabajando muchos años en el municipio y que percibe un plus por
trienios y productividad que consigue que su sueldo supere al de él
mismo (50.276,52 euros).
Una medida de austeridad que propone el
portavoz del PP municipal, Miguel Ángel López, es eliminar el coche oficial y el chófer del alcalde. “El
alcalde únicamente sale de Parla una o dos veces al mes. ¿Es necesario
mantener a un conductor que cobra más que él y se pasa la mayoría de los
días leyendo el periódico?”.
De cara a Aguirre, la
profesora de peluquería que en realidad percibe 48.996 euros al año, le
adelgazan el sueldo hasta los 38.365 euros; los programadores de
informática perciben casi 16.000 euros más de lo que cree la Comunidad y
al técnico informático, que gana 71.354 euros brutos al año, se le ajusta un sueldo de 40.912 euros.
Parla también retocó los sueldos de los auxiliares administrativos, y
supuestamente ninguno de ellos debería cobrar más de 30.000 euros. El
mejor retribuido en ese cargo recibe 55.259 euros brutos cada año y la
nómina de 29 de ellos supera los 40.000 euros.
A pesar de que en el BOCM aparecen estos salarios “total retribuciones”, el Ayuntamiento justifica este desbarajuste con que fuera del presupuesto queda la Seguridad Social,
a cuenta del Consistorio y que en un sueldo de 50.000 euros supondría
aproximadamente un 30% del total. Sin embargo, el número de empleados en
plantilla tampoco encaja. Ante los ojos de la Comunidad de Madrid, el
Ayuntamiento de Parla mantiene a 786 trabajadores en nómina: 307
funcionarios; 450 laborales y 29 eventuales. Ante el ERE que efectuó la
semana pasada para adelgazar su plantilla en 66 empleados, el PSOE
parleño cifra a su personal en 733.
Fraile justifica este baile
de cifras conque en diciembre despidió a parte del personal eventual que
se contrata para trabajos puntuales. Pero los números siguen sin cuadrar.
Según el presupuesto que el Consistorio presentó a la Comunidad, en
2010 se pagaron a 29 personas en servicio eventual. Con esta cifra y en
el caso de que todos los empleados ubicados en esta categoría hubieran
sido despedidos al finalizar el año, la cifra global de trabajadores actualmente ascendería a 757. En ningún caso serían 733.
Sueldos que se elevan gracias al complemento de productividad
Los
portavoces de los distintos grupos municipales critican la mala gestión
y la arbitrariedad de los gestores de la localidad desde la era Gómez, y
emplazan a Fraile y su equipo a que faciliten “de una vez” la Relación
de Puestos de Trabajo (RPT) y las nóminas de todos los trabajadores para
comprobar la relación real de los trabajadores y sus puestos de
trabajo.
Miguel Ángel López, portavoz del Grupo Popular de Parla, critica los “elevadísimos” complementos de productividad
con los que se inflan las nóminas de sus compañeros. “Solo eliminando
ese complemento, que por Ley es el alcalde quien decide a quién se lo da
y por cuánto importe, el Ayuntamiento hubiera reducido en 3 millones la deuda municipal, lo mismo que se ha ahorrado el alcalde despidiendo a 66 trabajadores”.
Fraile
asegura que en el mes de noviembre el Ayuntamiento hará una revisión de
los puestos de trabajo del Ayuntamiento para contrastar los
complementos específicos de cada empleado y comprobar si están
justificados. “Hemos visto que unos 77 complementos de productividad están obsoletos o son muy abultados,
así que procederemos a su revisión”, asegura personal del alcalde que
justifica los abultados sueldos conque muchos empleados "pasan jornadas
de 24 horas de guardia, incluso semanas enteras, y se les paga el plus
según el trabajo que realizan”.
Para Juan Carlos Machuca,
concejal de UPyD, el verdadero problema es que el antiguo alcalde,
Tomás Gómez, y el actual, Fraile, se han dedicado a colocar a
trabajadores en el Ayuntamiento para favorecer a sus amigos y a su
clientela”.
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