El
Ayuntamiento de Parla se ha convertido en la «mejor oficina de empleo»
para los hijos del equipo de Gobierno de Fuenlabrada. Así lo aseguran
los trabajadores municipales tras conocer que el Ayuntamiento que dirige el socialista José María Fraile tiene en
nómina a los hijos de los dos últimos regidores fuenlabreños, José
Quintana y Manuel Robles. Pero además también tiene a sueldo al vástago de un tercer concejal. Se trata de Raúl Borrás, hijo del concejal de Participación, Seguridad y Recursos Humanos de Fuenlabrada, José Borrás.
Raúl
trabaja en la Concejalía de Urbanismo de Parla, con un sueldo de 3.000
euros brutos al mes. Durante la pasada legislatura fue secretario de la
concejal de esta área, Laura Cillero, ahora número dos del PSOE de
Móstoles.
En total, por lo tanto, son tres los hijos de altos cargos del
Gobierno de Fuenlabrada que han encontrado trabajo en el Ayuntamiento
parleño que dirige José María Fraile.
Raúl Borrás se une a Ignacio Robles (ayudante de biblioteca en el centro Isaac
Albéniz) y Mar Quintana (técnico del Área de Desarrollo Empresarial),
por los que el Ayuntamiento está desembolsando 70.000 euros en conjunto.
No a la rebaja salarial
La contratación de
amigos y compromisos de Tomás Gómez y Fraile a cargo de los presupuestos
de Parla ha colmado la paciencia de los trabajadores del Ayuntamiento.
En la sesión celebrada ayer, los empleados municipales acordaron en
asamblea rechazar la reducción de la nómina en un 7%, como propuso el
alcalde. En su lugar, anunciaron la elaboración de un plan de ahorro que
recoge recortes que afectan a la Corporación municipal y a los cargos
de confianza.
En
concreto, según el delegado de CC.OO. en el Consistorio, Enrique
Cuesta, los empleados ofrecen un plan de ahorro que recoge la reducción
del 90% de los cargos de confianza y personal eventual, así como la
revisión de los complementos salariales y de productividad en aquellos
puestos de trabajo que «están fuera de la lógica» de las tablas
salariales. Es decir, los sindicatos reclaman al Ayuntamiento que se deshaga de la gran mayoría de los «amigos» de Gómez y Fraile
contratados en el municipio. Además, le piden al alcalde que elimine la
discrecionalidad del plus de competitividad —que asciende a unos 3
millones de euros anuales—, con el que José María Fraile suele «inflar»
los sueldos de los trabajadores que él considera oportuno.
El
delegado sindical de CC.OO. calificó de «dura» la asamblea de tres
horas de duración que han mantenido los trabajadores. «Sabemos que hay
que hacer sacrificios en época de crisis pero también entendemos que no
somos los responsables de la situación económica del Ayuntamiento»,
añadió. Consciente del estado de cuentas del Consistorio, los
trabajadores han decidido elaborar un plan de recortes equivalentes al
ahorro que supondría la rebaja del 7% de la nómina.
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