El alcalde de Parla, el socialista José María Fraile, ha heredado de Tomás Gómez una
plantilla con unos sueldos que de media (entre 55.000 y 65.000) superan
el suyo (50.276,52 euros). El Consistorio está prácticamente en quiebra
y acaba de despedir a 66 empleados en un intento de garantizar las
abultadas nóminas que reciben mes a mes los 637 trabajadores públicos
restantes. En Parla, un trabajador social gana 64.705 euros, se
contrataban psicólogos por 61.600 euros y técnicos informáticos por
71.354 euros.
El Financial Times
describió la ciudad como el paradigma de la ruina de las arcas públicas
españolas por la fiebre inversora de los gobernantes municipales, pero
no se hizo eco de las infladas nóminas que recibe el personal más
cercano de Tomás Gómez en Parla. El que pasará a la historia por ser “el
alcalde más votado de España” contrató a las dos personas encargadas de
las fotocopias del ayuntamiento por unos 35.000 euros cada una. El
auxiliar administrativo mejor pagado gana 55.259 euros, y solo diez de
los 95 en la misma categoría cobra menos de 20.000 euros.
El Consistorio ahora reconoce que está atravesando “momentos malos” y cifra la deuda municipal en 50 millones de euros, aunque el PP la eleva hasta los 300 millones argumentando que solo a la empresa encargada de las basuras se le adeudan 80 millones de euros. El sucesor de Gómez negocia en estos momentos con los sindicatos el despido de otros 120 trabajadores
más para adelgazar la deuda municipal en 3 millones de euros, la misma
cantidad que el Ayuntamiento amortizará con el despido de los 66
trabajadores de la última semana.
El actual líder del PSM fue igual de generoso con los trabajadores menos formados de su localidad, y llegó a contratar por 41.439 euros brutos anuales a un oficial de albañil; pagó 46.760 euros a un electricista, se gastó cien mil euros al año entre los dos oficiales mecánicos y se llevó a peones por 61.326 euros al año. El chófer del alcalde gana 64.342 euros
brutos anuales, similar al sueldo de los cinco arquitectos contratados
por el área de Urbanismo y menos que los tres médicos que asisten el
centro de bienestar social. Hasta una profesora de peluquería recibe 48.996 euros anuales.
Categoría E, sueldos que superan los 40.000 euros
Fraile, íntimo amigo de Gómez, pretende recortar ahora la plantilla de oro
atendiendo a criterios como el de próximas jubilaciones, contratos a
punto de extinguirse o incluso modificar las condiciones de trabajo de
distintos grupos, aunque no ha hablado de qué va a hacer con los sueldos
de sus empleados. Pero en el Ayuntamiento de Parla no encaja ninguna
cifra, ni por cargo ni por categoría profesional (hay un técnico de
grado medio, con categoría profesional E, la más baja de la Administración, con un sueldo de 41.660 euros).
Presentar
la misma categoría tampoco es sinónimo de igualdad salarial. El ejemplo
más claro, los tres educadores sociales, ubicados en el área de
Bienestar Social. Uno gana 35.480,9 euros; otro 9.461,82 euros y el
tercero se embolsa 52.569 euros. Otro caso muy llamativo son los
trabajadores de la Biblioteca Municipal, donde un auxiliar gana hasta 43.385,54 euros.
Un sueldo nada escandaloso comparado con sus dos ayudantes quienes,
juntos, cobran 110.731,58 euros. La bibliotecaria oficial se embolsa
58.499 euros.
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