Guandi Song y su esposa, Aichai Hu, echan el cierre de su
negocio el tiempo imprescindible para firmar la escritura de compraventa de su
nueva vivienda. La cita es a las nueve de la mañana en una notaría situada en
la localidad madrileña de Parla. Antes de mediodía, Guandi volvía al polígono
industrial de Cobo Calleja (Fuenlabrada), en el que trabaja de mozo de almacén,
y Aichai se colocaba de nuevo tras el mostrador de su tienda de alimentación y
chucherías.
No hay tiempo para celebrar la compra de su primera vivienda en España, un
cuarto sin ascensor para reformar, de 75 metros cuadrados y tres habitaciones,
en Parla, que han comprado a Bankia por 68.630 euros. Les queda una cuota
hipotecaria de 283 euros al mes. Han conseguido financiar 61.767 euros, es decir,
el 90% del valor de tasación de la vivienda.
La bajada de precios de la
vivienda, la escasez de demanda por culpa de la crisis y la concentración de
los negocios regentados por ciudadanos chinos ha provocado que las compras
hayan crecido un 30 por ciento entre los vecinos orientales del sur madrileño.
el mayor foco industrial se sitúa en Fuenlabrada, mientras que Parla es un
atractivo como residencia.
Uno de los grandes centros residenciales mas buscados por los ciudadanos chinos es precisamente la ciudad de
Parla. Muy cerca de Cobo Calleja, alberga cada vez más negocios
regentados por ciudadanos chinos y además Parla cuenta con los precios
de la vivienda más bajos de la Comunidad de Madrid.
La mayor inmobiliaria de la
ciudad, Mr. House, lo sabe muy bien: la mitad de sus clientes son
chinos, y vende una media de diez pisos mensuales a estos clientes. De
hecho su gerente, Diego Vázquez, ha contratado a dos traductores.
En el caso concreto de Parla, el barrio de Leguario cuenta con alrededor de un 60
por ciento de vecinos chinos. Buscan
pisos con luz natural, orientación Norte y es prioritaria la numeración
de la vivienda. Pero no todo es tan fácil: el gerente de
Mr. House ha visto cómo se han caído ventas por las fuertes creencias
orientales: nada de números 4, 13 o 250.
Las peculiaridades culturales orientales, tan diferentes a las
latinas, son parte de las razones de este repentino aumento de las
compras de viviendas. Primero establecen un negocio, trabajan a tiempo
completo, ahorran y, por fin, buscan una vivienda. Pero el cliente chino
no es único y también hay clases.
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