El tranvía de Parla amenaza con enterrar las cuentas de su Ayuntamiento. Su alcalde, el socialista José María Fraile,
anda desesperado buscando fórmulas para «encarrilar» un proyecto que se
ha convertido en una auténtica ruina económica para Parla. Lo
cierto es que el alcalde de Parla tiene motivos para estar preocupado, porque lo
que no dice —tal vez porque no se atreve— es que el coste de esta
infraestructura (proyecto «estrella» de Tomás Gómez como alcalde) se ha
triplicado desde que se adjudicó en 2005. Así lo deja claro la propia
empresa del tranvía en un documento remitido al Consorcio Regional de
Transportes (CRT) en abril de 2010, al que ha tenido acceso ABC.
En
ese informe se detalla que el proyecto, que se adjudicó en 2005 por
93,5 millones de euros, ha sufrido un sobrecoste que ha alcanzado los
253 millones por «incrementos de inversión». Es decir, el tranvía cuesta
ahora casi el triple de lo que se presupuestó hace seis años.
El propio
CRT se ha dirigido al Ayuntamiento para preguntarle qué es lo que piensa hacer con semejante panorama, pero el Consistorio, de momento, calla.
Hasta ahora, José María Fraile siempre ha preferido guardar silencio
cuando se le preguntaba por el coste final del tranvía. Su intención era
no poner de manifiesto la delicadísima situación económica y financiera
en la que se encuentra el municipio tras conocer este «agujero».
El PP pide explicaciones
El PP ha preguntado
varias veces, sin éxito, en el pleno municipal. IU ha hecho lo mismo,
con idéntico resultado. Pero ayer, tras conocer el informe por ABC, el portavoz popular, Miguel Ángel López, no pudo mostrarse más contundente.
«Quiero que Tomás Gómez y José María Fraile aclaren a todos los
parleños por qué se ha disparado el coste del tranvía hasta los 253
millones. Hasta ahora no lo han querido hacer en el pleno, pero creo que
no les queda ya más remedio. Además, Fraile y Gómez deben dar explicaciones de adónde
ha ido a parar ese dinero».
Según
el informe de la compañía, hay años, como por ejemplo el de 2010, en
los que la diferencia entre la cantidad inicialmente prevista y la que
ahora reclama la empresa es el doble, ya que va de los 9 a los 19
millones de euros.
La
deuda también se está disparando por los gastos de demora que provocan
los impagos del Ayuntamiento. Prueba de ello es que ya hace dos años los
retrasos por la deuda registrada y no registrada son de casi 1,7
millones de euros. Los informes prueban que el Consistorio debe auténticas millonadas de la obra y
de su explotación, ya que Tomás Gómez también se comprometió a poner la
mitad de la diferencia entre lo que paga el viajero por el billete
(ahora 1,10 euros) y lo que realmente cuesta ese viaje.
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