viernes, 31 de diciembre de 2010

LA LEY ANTITABACO Y LA HOSTELERÍA EN PARLA













Desde el 2 de enero de 2011
estamos de enhorabuena por la entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco, tras
el gran fracaso de la anterior Ley que a grandes rasgos concedía la
permisividad absoluta en todos los establecimientos hosteleros que quisieran acogerse
a la libertad de permitir fumar en su interior. Confieso que la iniciativa de
la Ley Antitabaco es uno de los poquísimos aciertos que ha tenido el PSOE en
las dos legislaturas que lleva conduciéndonos al abismo, empobreciendo y
analfabetizando a todo el país.









España es la primera potencia
mundial en número de establecimientos hosteleros per cápita, lo cual no es ni
mucho menos sinónimo de calidad ni profesionalidad, pues gran parte de las
cafeterías, restaurantes, chiringuitos, etc. tiene unas condiciones higiénico
sanitarias de lo más lamentable debido fundamentalmente a la falta de educación
y civismo de los cerdos disfrazados de clientes. Sería inconcebible casi en
cualquier parte del Europa y  el mundo desarrollado estar en semejantes estercoleros, bares apestados de humo y pisando
basura, colillas, servilletas, cáscaras de gambas, etc.




Es más, personalmente he estado
en bares de países pobres y su nivel de limpieza era infinitamente superior a
muchos de los bares y cafeterías españoles.









Ateniéndose a la experiencia
previa en otros países donde ya se aplican normativas antitabaco, se va a
producir un inevitable reajuste en el sector de la hostelería y más con una
tendencia de consumo a la baja por la escasez de liquidez en los bolsillos de
la gente. Un reajuste o reconversión en el sentido de ser más competitivos, profesionales y
esforzarse por atraer y cautivar a la clientela por la calidad y no por ser el
establecimiento, una mera estancia donde fumar y consumir bebidas o comida.
Ahora hará falta un valor añadido para que el cliente se decida a entrar en un
bar, cafetería o restaurante. También las terrazas, al permitir fumar en ellas,
adquirirán mayor relevancia, basta con comprobar que en los últimos meses se
han disparado las ventas de estufas exteriores.









En la hostelería parleña hace
falta una reconversión a marchas forzadas. Aún siguen existiendo muchos bares y
cafeterías de paupérrima calidad, higiene y estética casposa y "torrentiana" que en otras ciudades
prácticamente ya se han extinguido. Esos bares de eterna niebla interior causada por el humo, en los que cuatro varones
fumando un cigarro tras otro se pasaban la mañana o la tarde de soliloquio
entre mugrientas paredes y el sonido y las luces de las pertinentes dos
máquinas tragaperras.









En realidad, el nivel y calidad
de establecimientos hosteleros de un municipio suele ser el espejo del tipo de
habitantes de la propia ciudad, con lo cual en nuestra ciudad, con un gran
porcentaje de población de clase media-baja(más baja que media), no se puede
aspirar demasiado a tener ni restaurantes 
más allá del menú del día, las bravas y la oreja, ni pubs o cafeterías de excelsa
calidad.









A muchos parleños, cuando nos han preguntado por algún sitio agradable donde tomarse un café
o una copa,
tradicionalmente sólo nos viene a la mente el legendario Capone. Sí, el Capone , por poner un ejemplo, es
como una isla en el desierto y sería deseable que establecimientos similares
proliferaran más en Parla, pero es lo que hay, en consonancia con la ausencia
de un gran centro urbano peatonal con un entramado espacioso, racional, contínuo y cohexionado, y comercialmente vivo y dinámico, a imagen y
semejanza de llos centros urbanos de las ciudades colindantes, los amplios centros urbanos peatonales de Leganés, Móstoles o Alcorcón o la calle Madrid y aledaños en Getafe, por poner varios ejemplos. Porque si sales de un restaurante y te
encuentras que no puedes dar ni un paseo, porque no hay ni un solo sitio en
condiciones donde tomarse un café o una copa, porque produce hasta miedo
caminar por un lúgubre y desierto entorno, pues desistes y te vas a otro
lugar donde sí tengas esa posibilidad. En un centro urbano como el de Parla,  con antiguas plazas-jaula enrejadas, donde los coches
devoran los espacios ante la ausencia casi total de plazas estanciales como punto de reunión, paso y convivencia y la ausencia de grandes aparcamientos subterráneos, y donde, en general, en los barrios centrales y más antiguos de Parla reinan la fealdad, la devastación, la degradación y la marginalidad estética,
urbanística, social y humana, no se pueden pedir milagros porque es el
resultado de lo que se ha sembrado y permitido durante tantos años.









Sin desmerecer para nada a los restaurantes parleños que de manera valiente y aislada intentar ser referentes de calidad, es verdaderamente patético que en
una gran ciudad de 130.000 habitantes la gente tenga que desplazarse fuera para algo
tan simple como disfrutar globalmente de una tarde o noche de ocio, cenar en un buen restaurante y a continuación tomarse un café
en algún lugar agradable o tomarse unas copas lejos del bronco, vulgar y cutre
ambiente de la calle “Torrijón”.









En este ámbito sucede lo mismo
que para hacer compras o disfrutar del tiempo de ocio, ya que muchos parleños
cogen su vehículo privado y se dirigen a otros municipios vecinos para adquirir
los bienes y servicios o disfrutar de actividades lúdicas que desgraciadamente
no se ofertan en Parla, nuestra querida ciudad que cuando oscurece el día tiene
menos vida que el subsuelo de un cementerio. Las carencias de nuestra ciudad son descomunales, aunque en este caso la ausencia de innovadoras iniciativas privadas
de inversión es más que sintomática. Casi nadie arriesga a invertir su dinero
si sospecha que va a perderlo. Pero no está todo perdido, siempre nos quedará
la esperanza de que en Parla inviertan los chinos.









Ahora es de esperar que la autoridad competente vele por
el cumplimiento de la nueva normativa, pues si nos atenemos a lo que sucede en
Parla, donde rige la ley de la selva con el botellón, los petardos, las peleas,
los ruidos, el vandalismo, los excrementos caninos y todo tipo de actos
incívicos e ilegales que proliferan por doquier sin ninguna limitación, el
riesgo de impunidad planea también sobre los malos humos.

lunes, 20 de diciembre de 2010

¿EL AGUA UN BIEN PRECIADO?. EN PARLA NO


















Una
vecina parleña me envía estas fotos poniendo en evidencia que durante
varios días ha estado esta fuente del parque de la calle Felipe II
manando miles y miles de litros de agua sin que ningún responsable
acudiera a repararla. La policía únicamente delimitó el área inundable
con una cinta pero así ha seguido derrochando agua.




Despilfarro ruin y miserable de un bien tan preciado como el agua. Despilfarro económico que pagamos todos los parleños.




Debe
ser que en varios días no se pudo localizar a nadie que cortase el agua
de esta avería. Las clásicas inoperancia e ineficacia más absolutas de las que hace gala el Ayuntamiento.

martes, 7 de diciembre de 2010

APERTURA DEL NUEVO FACTORI DE LIDL













El polígono industrial de La
Ermita está emparentado con su hermano mayor del “Ciudad de Parla” en que ambos
sufren un declive y una evidente ruina crónicos y, salvo milagro, inevitables,
pero más aún si cabe en el primer caso. En ambos casos el adjetivo “industrial”
es todo un anacronismo y para hacerse una idea de la ridícula y testimonial
enjundia económica de esta zona, baste mencionar que las empresas más
importantes son las naves ocupadas por los minoristas chinos y unas
instalaciones de una empresa de desguaces, además de algún concesionario de automóviles y un par de supermercados.





Cualquiera pensaría que en esta parte de Parla existe una
especie de “Triángulo de Bermudas” y la maldición de la ruina cae sobre quien
instala su negocio comercial en esa zona.





Es más simple. La razón
fundamental es la implantación de establecimientos comerciales en parcelas
alejadas del núcleo urbano, pensadas para un uso industrial, atomizadas y sin
ninguna interrelación, lo cual para el consumidor es muy incómodo y el fracaso,
salvo honrosas excepciones, es cuestión de tiempo. No se puede aspirar a que un
potencial cliente, si quiere realizar compras en tres comercios diferentes, se
vea obligado a estacionar cada vez su vehículo junto a cada uno de esos tres
comercios, porque al final ese mismo cliente huye y se va a buscar esa
comodidad en otra área comercial que sí le oferte esa posibilidad. 





Básicamente con crear un espacio
compartido de aparcamiento común en torno al cual se ubicaran los todos
posibles los establecimientos comerciales, a imagen y semejanza de la fórmula
adoptada en el Parla Natura o de cualquier otro parque comercial similar que se
precie, se facilita la movilidad del consumidor y se realza el atractivo
comercial del área, otorgándole una imagen de conjunto y no disgregada, con lo
cual en la zona de La Ermita, si se le quería haber dado un carácter comercial
y facilitado la fructífera implantación de comercios de esta índole, se tenía
que haber optado por esta fórmula cohesionada del parque comercial
independientemente de la escala del mismo.





Por el tipo de bienes de consumo
básicos que vende, es muy difícil que un supermercado llegue a fracasar y
clausurar su actividad. Bien, pues en el polígono “La Ermita” de Parla han
cerrado nada menos que tres supermercados, si añadimos el cercano Eroski, a los
que se añade la empresa de electrodomésticos Urende, que tuvo una efímera
existencia en su aventura parleña. El Aldi hace escasas fechas que cerró y el
Lidl ha batido todos los récords y en tres meses ha fracasado, inaudito cuando
suele ser una enseña comercial de contrastado éxito. Menos mal que esta vez, al
menos en el caso puntual del Lidl, ha habido suerte y han reorientado la
actividad del establecimiento rápidamente, con lo cual en el Lidl del Viario de
Ronda ahora ha surgido un Factori.





El Factori(con i latina) de Lidl es
un establecimiento muy original y atrayente por el tipo de artículos que se
pueden encontrar. Hasta la fecha sólo existía uno en toda la Comunidad de
Madrid, en Pinto. Al Factori se llevan todas las existencias de bazar sobrantes
en los supermercados Lidl, con el aliciente de un descuento sobre el precio
original. Y suele haber artículos muy interesantes y de calidad. Así que
bienvenido sea y que dure mucho.





martes, 30 de noviembre de 2010

PARLA-ESTE, PREMIO "HORROR URBANO" 2010

 











La Fundación para el Progreso de Madrid, una asociación progresista de carácter cívico, ha hecho pública la Guía de Horrores Urbanos 2010, un tradicional decálogo de periodicidad anual donde se resumen las diez actuaciones más aberrantes y deplorables realizadas a lo largo y ancho de la Comunidad de Madrid durante el presente año.

Y en esta edición de la Guía de Horrores Urbanos 2010 uno de los galardonados es ............ PARLA

Efectivamente, por méritos propios, al margen de otras carencias y conceptos urbanísticamente desfasados de los que hace gala este fallido desarrollo urbanístico, las descomunales chapuzas perpetradas en el barrio dormitorio de Parla-Este en lo referente a las “zonas verdes”(que de verde tienen el color del plástico) superan negativamente todo lo visto hasta la fecha.

Justo y merecido galardón para Parla porque no existe parangón en los desastres y despropósitos cometidos en los ajardinamientos y zonas verdes del barrio de Parla-Este. Una aberración medioambiental en grado superlativo. 

Tal y como se cita literalmente en las conclusiones de los técnicos que han visitado y evaluado el barrio de Parla-Este, se trata de un verdadero atentado ecológico en toda regla, fundamentado en la ceguera, desconocimiento, desprecio medioambiental, prepotencia, incompetencia, despotismo e intereses particulares de los que han hecho gala todos los responsables en semejante engendro de fallido y desolado barrio. 





martes, 23 de noviembre de 2010

ALCORQUES ENLOSADOS EN PARLA-ESTE, LA CHAPUZA CONTINÚA




 







Se han hecho de rogar pero al fin ya los tenemos en las
calles del barrio de Parla-Este tras encontrarse por centenares en el resto de
calles de Parla. Allí donde debería haber árboles, simplemente nos encontramos
losas. 





Adefesios y parches a los que ya estamos acostumbrados en Parla.
Efectivamente, son los “alcorques enlosados”, esa gran aportación parleña al
mundo del surrealismo y los horrores urbanísticos. 





Es el equivalente viario a
la lapidación de la naturaleza a cargo de esos talibanes arrasadores del medio
ambiente, que en el colmo de los despropósitos ponen de este modo la guinda a
los jardines de plástico y cemento, las palmeras tropicales y las florecillas
de quita y pon (por el gasto disparatado en miles y miles de flores a reponer
constantemente). 





Es la antítesis de la eficiencia, el ahorro, el paisajismo y
la vegetación bioclimática, palabras alóctonas en un lugar tan peculiar como Parla.







Otro episodio revelador de que lo de la crisis mundial es pecata minuta
con lo que tenemos en las calles de Parla. Estremecedora la caterva municipal
de incompetentes e incapaces responsables del medioambiente parleño que
parasitan con nuestros impuestos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

CAOS EN LA RECOGIDA DE ENTRADAS: ETERNAS COLAS EN EL TEATRO









El pasado domingo se representó la comedia “Tres” en el
teatro “Jaime Salom” de Parla. Se vendieron todas las entradas y se colgó el
cartel de completo, algo de lo más comprensible teniendo en cuenta la calidad
de la obra representada, el bajo precio de las entradas y el reducido aforo de
este teatro, más propio de un pueblo que de un municipio del tamaño de Parla,
si bien, está demostrado que a menos que la representación sea una conocida
obra teatral, el aforo del teatro “Jaime Salom”, incluso siendo pequeño, a
veces sobra, porque ha sucedido en multitud de ocasiones, lo cual es
sonrojante.





Pero “Tres” no es sólo el título de la obra de teatro antes
citada, sino también el número de años que a este paso se van a cumplir para
los sufridos espectadores que cada vez que compran por Internet sus entradas
para el teatro de Parla, a través de la web de Tele-entrada, se encuentran que
no tienen ninguna posibilidad de obtener las entradas a través de ningún cajero
de Parla, sino que todo el mundo ha de pasar obligatoriamente por la taquilla
del teatro para recogerlas o irse a otro municipio donde exista un cajero que
dispense las entradas previamente adquiridas. El de Parla debe ser un caso
único entre todos los municipios de España porque jamás me he encontrado con
esta paradójica  e incompetente situación que acontece en el teatro de Parla.





El resultado de semejante incongruencia y caos organizativo es que, cada vez que
hay una representación teatral, se forman largas colas de gente indignada que
ha de esperar pacientemente con frío y/o lluvia a que le llegue su turno de
llegar hasta la taquilla. Incluso quienes no han adquirido previamente la
entrada por Internet y desean comprar entradas en taquilla, también han de
ponerse a la cola sin saber si quedan o no entradas sin vender, lo cual da como
resultado que muchas veces, pese a una larga espera, quienes desean adquirir
entradas se van enterando por el boca a boca del resto de personas si aún
quedan entradas disponibles. Vamos, que un procedimiento de lo más
rudimentario, ineficaz y caótico. Y así esto lleva camino de cumplir tres años
sin solucionarse, otro demostrable ejemplo más de la más absoluta desidia e ineficacia
municipales.





¿Qué sentido tiene pagar setenta céntimos de comisión por
cada entrada que se compra a la web de Tele-entrada si finalmente hay que
esperar también una larga cola a la intemperie?. Eso es una auténtica estafa
cuyos únicos responsables son Caixa Cataluña y el Ayuntamiento de Parla.







Existen dos soluciones:





  1. Instar
    a Caixa Cataluña, propietaria de la web Tele-entrada, a instalar un cajero
    con dispensador de entradas en la sucursal que existe en la calle San
    Antón.
       

  2. Cambiar
    de entidad bancaria a cualquier otra que tenga dispensador de entradas en
    Parla.












Comentaba la indignada gente en la cola de la taquilla, que ya se han
quejado de esta caótica situación, han puesto reclamaciones, sugerencias, etc.......y el resultado es que
todo sigue igual.




Otro suma y sigue, otra eterna cola más en Parla como las de Correos, las del INEM, las aglomeraciones de los privatizados gimnasios, etc. Pagamos impuestos "americanos" y a cambio recibimos servicios "africanos".



lunes, 8 de noviembre de 2010

PARLA Y EL ABORTO : REFLEJO DE LA MISERIA SOCIAL
















En
Parla existen tres actitudes bien diferenciadas a la hora de opinar al respecto
cuando el nombre de Parla salta a los medios de comunicación por alguna
noticia, más o menos relevante pero en casi todos los casos peyorativa, acorde
con el estigma que persigue a esta ciudad, si bien, y como se suele mencionar
en las películas, todo ello basado en hechos reales. Y en cifras y
estadísticas. 







Esas
tres maneras de contemplar, por parte de los ciudadanos, los acontecimientos
que suceden en Parla son: 







1.    
Los que somos oriundos de Parla, hace ya infinidad de años
que dejamos de sorprendernos, e incluso los acontecimientos nos resultan muy
predecibles. 







2.    
La cleptocracia trifásica que rige los torcidos designios
de la ciudad ni se inmuta y continúan en su limbo clientelar cuales reyes
medievales en su castillo, ajenos al populacho.







3.    
Todas las personas que han venido a residir a Parla, procedentes de otros municipios, con el
espíritu de buscar una vida mejor y llena de ilusiones a modo de navegantes del
Mayflower o pioneros de las carretas en busca de la dorada California, se
estremecen al ver que todas las peyorativas noticias y comentarios que habían escuchado y
leído sobre Parla van a resultar cierto que son verdad.







En
la portada del periódico gratuito 20 Minutos, se publicaba hace un par de
semanas una noticia acerca de que Parla es el único municipio de la Comunidad de Madrid donde crecen los abortos. A mi modesto entender no sé dónde está la sorpresa de
esta noticia. Como tantas otras noticias negativas sobre Parla, me la esperaba. Y si preguntas a alguien de Alcalá de Henares o
Móstoles, tampoco le sorprendería saber que Parla es el único municipio donde
crecen los abortos. El paralelismo es exactamente el mismo que en otros ámbitos
en los que Parla encabeza las siniestras estadísticas de desempleo,
inmigración, abandono y fracaso escolar y una población, en general, muy
escasamente formada.







De
hecho el artículo del periódico 20 Minutos y la entrevista realizada a unas
adolescentes parleñas es sobradamente concluyente para no sorprenderse del bajo
nivel social que impera en Parla.




Las
cifras de abortos en Parla son el reflejo de una crisis del modelo de sociedad
en que vivimos y de la precariedad formativa a nivel humano e intelectual. Se
pone de manifiesto que cuantos más medios tecnológicos mayor es el vacío de
conocimientos humanísticos, al tiempo que se abre una brecha infranqueable
entre los poseedores del conocimiento y los ignorantes y analfabetos
funcionales.









Y
ello porque en el trasfondo de esta crisis económica subyace una crisis aún más
grave, una crisis aún más profunda, como es una crisis de valores, de cultura y
de educación. Y en la cultura y la educación no tienen nada que ver los recursos económicos particulares porque hoy en día la cantidad de información gratuita disponible,
tanto bibliográfica, digital o audiovisual y el acceso a la misma, son casi
ilimitados y gratuitos. Y lo mismo sucede con el irrisorio precio de
preservativos o el fácil acceso a cualquier método anticonceptivo. La inteligencia sexual es algo a lo
que todo el mundo puede aspirar razonablemente, pero hay que trabajar la
sabiduría personal para conseguirla.







Hoy
en día, se ha instalado en la sociedad europea en general y en la española en
particular, la convicción de que la mayor y mejor expresión de la libertad es
no querer responsabilizarse de nada como individuo y culpar de todo al resto de
la sociedad. Nihilismo en estado puro.







Hay
que entender la naturaleza y el objetivo del adversario que tenemos ante
nosotros. Lo que hacen los promotores del relativismo es un auténtico ejercicio
de ’ingeniería social’ en cuyas redes caen los más débiles, los que menos
cultura, recursos y formación poseen. No se trata, por tanto, de un mero debate
político ni de una mera lucha por el poder entre partidos. Es algo que va más
allá de un mero enfrentamiento entre ideas o concepciones de la izquierda y la
derecha. Es un debate cultural, un debate que afecta al modelo social en su
conjunto.







Se ha disparado el paro en Parla, condenando a las personas y a las familias  a la llamada ’trampa de la pobreza’, es decir, a verse obligados a
vivir de subsidios de desempleo que pueden garantizar la supervivencia de manera temporal, pero
que a la larga van descualificando al trabajador y haciéndole más difícil el
retorno a la vida laboral, lo cual evidentemente afecta también a todos los miembros
de una familia. Y ello unido a las tasas de fracaso escolar y de paro juvenil
más altas de toda nuestra historia reciente dan como resultado noticias tan sorprendentes
como esta.







A la
felicidad sólo se llega a través del conocimiento y del esfuerzo, como parte de
un compromiso personal, un cambio de actitud. Cada individuo debe asumir su  propia responsabilidad en todos los ámbitos.

martes, 5 de octubre de 2010

CRISIS, IMPAGOS Y DESPILFARROS EN LAS COMUNIDADES DE VECINOS


















Me comentaba un amigo, administrador de fincas de Parla, que en su larga trayectoria profesional, jamás había visto semejante cantidad de morosos como la que existe en la actualidad en las comunidades de vecinos y que la solución en apariencia no existía, al margen del correspondiente proceso judicial, y va camino de agravarse seriamente, puesto que en gran medida va ligada al presunto crecimiento económico y la creación de empleo que deberían producirse en algún momento del cercano futuro.



El alto coste de las cuotas mensuales de comunidad sumadas a las derramas correspondientes provocan un oneroso desembolso pecuniario a vecinos cuyas rentas, por lo general, son de cuantía media y baja. Es la paradoja resultante cuando se construyen pisos de protección oficial con gastos de comunidad incluso mayores que los de cualquier lujosa urbanización de clase alta, puesto que independientemente de la ubicación geográfica de las viviendas, los gastos en suministros energéticos y mantenimiento de los elementos comunitarios, en caso de haberlos, son iguales en todas partes.

La mayor parte de los edificios de los últimos desarrollos urbanísticos de Parla fueron proyectados con criterios de INSOSTENIBILIDAD energética y medioambiental, lo que se traduce en despilfarro de recursos: agua, luz, mantenimientos, etc. que repercuten directamente en el bolsillo de todos los vecinos en forma de elevadas cuotas de comunidad. Criterios de rancio desarrollismo en estado puro. En ningún momento se requirió que los proyectos presentados cumplieran ciertas normas básicas en lo referente a la orientación solar de las fachadas, aislamientos térmicos y acústicos, iluminación natural interior, generación de energía solar en todos los edificios, ahorro lumínico con temporizadores y bombillas led, vegetación arbustiva en vez de césped natural, riegos por goteo o por escorrentía, puertas anti-incendios con mirillas que dejaran pasar la luz a los rellanos, etc.

Todos estos aspectos vienen a poner de relieve mayor calidad de vida a menor coste. Detalles que ni al constructor, ni a los propietarios por repercusión, no les hubieran supuesto ningún relevante incremento del coste final. Nada, cada cual construyó lo que le vino en gana a sabiendas que no se le requerían medidas medioambiental y energéticamente ahorradoras.  Así que sin atender a criterios de eficiencia el resultado es que nada más entrar a vivir hay que afrontar unos elevados gastos en energía, tanto particulares como comunitarios, y mantenimientos de diversa índole.

Es verdad, la energía no se crea, se transforma. Pero tenemos que entender que estamos hablando de emisiones y de eficiencia energética en un ámbito muy importante como son las de las ciudades desde el punto de vista de sistemas y  entes consumidores y no productores de energía, con lo cual el ahorro y la eficiencia energética deberen erigirse en factores prioritarios y fundamentales exigibles a las viviendas. ¿Porqué no promover desde la Administración Local acciones que fomenten el ahorro energético y la sostenibilidad medioambiental?. Por ejemplo, rebaja del IBI a los edificios que instalen energía solar o que cambien el césped por otras especies más resistentes y frondosas, vías de iluminación natural,  cambio de alumbrado por otro más eficiente, etc. Al igual que se subvencionan la construcción de ascensores en edificios que carecen de ellos, o el cambio a electrodomésticos más eficientes, también se deberían subvencionar las reformas que impliquen medidas correctoras y ahorro energético en edificios de viviendas. 



Y si es verdad que en España no somos "sostenibles" desde el momento que se han ocupado y construido ingentes extensiones de suelo con efectos exclusivamente especulativos y teniendo en este país unos costes en energía y telecomunicaciones muy caros que no nos hacen nada competitivos en el contexto mundial, tenemos que entender que diseñar, construir y vivir con criterios de eficiencia energética no sólo es deseable sino imperiosamente necesario.

Otra historia son la conciencia y los hábitos personales de consumir, reciclar y derrochar desaforadamente, que dependen de cada uno. Sin duda vivir en una vivienda y un entorno racionalmente diseñados y energéticamente eficientes, repercute de manera muy directa en la salud y la economía particular del usuario y de toda una comunidad vecinal.

domingo, 29 de agosto de 2010

COLOSAL CHAPUZA EN LA AVENIDA JUAN CARLOS I




























Con ocasión de la construcción del carril-bici que recorrerá parte de la avenida Juan Carlos I, se está procediendo a realizar una remodelación de la citada avenida. La avenida Juan Carlos I, en su tramo comprendido desde el Museo del Bonsai hasta su finalización, es una avenida no residencial donde se ubican varios colegios, los juzgados y el polideportivo, y por lo tanto el tránsito es ocasional pero intenso a intervalos, siendo también un lugar de paseo habitual y muy frecuentado, al ser casi de paso obligado para los viandantes provenientes del centro y Oeste de Parla en dirección al Parque de las Comunidades. El pavimento, muy deteriorado, databa ya de hace varias décadas y los desalineados árboles de enorme porte que jalonan la avenida,  hacían urgente una remodelación. 





Cuando comenzaron las obras creí esperanzado que el resultado iba a ser positivo puesto que técnicamente no existía ninguna complejidad aparente: eliminar, ya sean cortándolos o trasplantándolos, los enormes árboles de la avenida, totalmente desalineados, y el resto de obstáculos en forma de postes y cableados antiguos, pues con la construcción del carril-bici, es espacio de la acera se reduce prácticamente a la mitad respecto a su anteriores dimensiones y, para las nuevas dimensiones, es necesario que el tramo de acerado resultante fuese diáfano. 





Pero desgraciadamente uno nunca deja de sorprenderse en esta ciudad tan surrealista que es Parla. He pasado esta semana por la avenida Juan Carlos I y juro solemnemente que no me creía lo que estaba viendo. El resultado es todo un monumento a los horrores urbanísticos más despiadados realizados con la nocturnidad, sigilo y alevosía que tradicionalmente proporcionan el vacacional mes de agosto. 





Al no proceder a la eliminación ni de los enormes y desalineados árboles ni de los antiguos postes con cables de electricidad y teléfono, la acera ha quedado reducida a proporciones minúsculas de uno o dos palmos laterales en muchos tramos, obligando a la permanente invasión del carril-bici por parte de los peatones en una especie de slalom o de sorteo de obstáculos en forma de árboles. En vez de eliminar los árboles se ha procedido a realizarles el correspondiente alcorque, ¡¡incluso a árboles ya secos y muertos!!. Alcorques y aceras que con el tiempo reventarán a causa de las raíces de los árboles, habrá que cortarlos por entonces, permanecerán años los tocones allí como así ha sucedido en otras partes de Parla y al final el enésimo despilfarro económico y monumento al espanto y horror urbanísticos. 





Lo que podía haber sido un estupendo y agradable paseo lineal se ha convertido en un monumento a la infamia urbanística y a la incompetencia. Ancianos, carritos, sillas de ruedas, gente con problemas de movilidad, etc., todos ellos ahora totalmente impedidos a pasear por la avenida y andar sorteando obstáculos en una acera por la que no puede pasar ni un anoréxico. ¿Qué clase de calle es esa que ni dos personas caminando en línea pueden ir a la par, obligándolas a esquivar continuamente esos troncos y postes?. Si se hubieran querido conservar los árboles con transplantar árbol en cepellón en otro lugar hubiera sido suficiente, y en todo caso estos árboles llevan casi cuarenta años allí plantados cuando aquella zona eran las afueras de Parla y han cumplido con creces su función. 





Señor alcalde, no venga con la hipócrita cantinela de amor a la Naturaleza ni milongas similares, que en ese caso se hubieran trasplantado los árboles con su cepellón a otra zona. Precisamente el Ayuntamiento de Parla, ese ente arrasador-despilfarrador que por Naturaleza entiende alcorques de adoquines, césped de plástico, parterres y enormes praderas de césped natural consumidoras de agua, carísimas palmeras tropicales, derroche millonario en flores de temporada y piedrecitas y cristalitos absurdos en espacios verdes insípidos, feos, desordenados y sin criterio práctico en su mayoría. 





Reto al alcalde a que presente con todo lujo de detalles la “remodelación” de esta avenida, a que invite a sus homólogos a ver el tipo de obras que se realizan en Parla. ¡Si es que cualquier persona con dos dedos de frente lo hubiera hecho infinitamente mejor!. ¡Ni un becario es capaz de hacer esta obscenidad constructiva!. ¿Qué quiere señor alcalde, que ahora todo esto dé la vuelta al mundo en esas presentaciones difundidas por internet donde se recogen disparatadas construcciones del Tercer Mundo que son auténticas chapuzas y disparates sin sentido?. Aquí en España, desgraciadamente, ya estamos acostumbrados a ver barbaridades arquitectónicas y urbanísticas de magnitud planetaria, pero le aseguro que si en cualquier otra ciudad de Holanda, Alemania, Francia, etc. se ejecuta esta “obra”, ahora mismo la concejala de urbanismo y el arquitecto firmante de ese proyecto deberían dimitir de sus cargos y dar explicaciones. ¿Y al jefe de obra también le parece normal?. ¿Quiénes son los responsables directamente implicados en esta barbarie urbana?. 





Que se ejecute la responsabilidad civil pertinente y se repare esta aberración. ¿O se licitará dentro de unos años la obra por segunda vez para pagar dos veces la reforma de esas aceras?. ¿Pero cómo es posible semejante disparate?. ¿Quién es la mente prodigiosa que autoriza esto?. ¿Parla está el siglo XXI o en la época de las cavernas?. 





Lo realizado en la avenida Juan Carlos I,  esa "remodelación" que constituye todo un monumento a la incompetencia, una burla a la ciudadanía, una birria dantesca, patética, ridícula y otra oportunidad perdida, y ya van demasiadas en Parla. Este parece el “pueblo de los malditos”, estigmatizado por un aura de falta de profesionalidad, ineficacia, chavacanería y vulgaridad, donde se perpetran colosales chapuzas con toda impunidad. 





Basta ya. Es intolerable, los parleños no nos merecemos esto.

sábado, 28 de agosto de 2010

AVISO A NAVEGANTES Y PLAGIADORES






He visto cómo algunos se dedican, sin mi permiso y sin consultarme
previamente, a “fusilar”, es decir un “copiar y pegar” literal, los textos e
imágenes de mi autoría que publico en este blog. La verdad es que es una
actitud de lo más zafia y burda que retrata de manera patética y rastrera a quien lo hace. En una palabra,
hay que ser muy cutre.










En todo caso, quienes deseen incorporar o copiar textos o imágenes
deben solicitarme previamente permiso y, como es preceptivo, en caso de concedérselo deben citar la fuente de la que procede,
pues para quienes lo desconozcan dichos textos e imágenes están protegidos por los derechos de autor
derivados de la Ley de Propiedad Intelectual.










Por lo tanto, en lo sucesivo emplazo a quienes deseen reproducir textos
o imágenes de este blog, a pedirme la correspondiente autorización, bajo
responsabilidad de tomar las pertinentes acciones legales en caso de plagio sin
mi autorización.











viernes, 20 de agosto de 2010

FIESTAS DE PARLA: EL GRAN DESPILFARRO










La llegada del mes de septiembre significa para muchos el final del periodo veraniego y la vuelta a la rutina escolar, laboral y, en definitiva, existencial. Indudablemente los veranos actuales nada tienen que ver con los de hace veinte o treinta años, cuando las ciudades madrileñas se quedaban totalmente vacías de coches y de gente y todas las familias pasaban el largo y cálido verano, principalmente, en los pueblos de origen de sus ancestros. 





En la actualidad, como tantos otros hábitos de vida, eso ha cambiado casi por completo, tanto por los destinos vacacionales tan diversos como por el tiempo fraccionado en una semana, fines de semana o cortos periodos de días. Por ello, ahora lo de “veranear en el pueblo” es algo propio de la serie televisiva “Cuéntame”, un recuerdo de los que vivimos muchos “veranos azules” al tiempo que las costas españolas se iban degradando brutalmente a golpe de asfalto, ladrillo y blanqueamientos de dinero. 





Tras esta nostálgica introducción, retomo las alusiones al mes de septiembre, que en las ciudades madrileñas tiene connotaciones de prolongación vacacional con motivos de la celebración de las respectivas fiestas patronales de cada municipio. En el fondo ese periodo festivo sirve para vivir realmente el verano en la propia ciudad. 






En nuestro caso, se acercan un año más las fiestas de Parla. Prácticamente todos los Ayuntamientos de todos los colores y tendencias políticas han reducido drásticamente la partida destinada a las fiestas patronales, básicamente en lo relativo a conciertos musicales y festejos taurinos. Ayuntamientos mucho más solventes y prósperos que el de Parla, tanto grandes ciudades como pequeños y medianos municipios, han recortado drásticamente sus presupuestos para las fiestas de este año, en el caso de los conciertos musicales, reduciendo al mínimo el número de famosos grupos y cantantes contratados y dando paso a grupos más noveles, no tan conocidos popularmente e infinitamente más económicos de contratar. Una manifiesta austeridad en todos los municipios acorde con los tiempos que corren. 





Pero como narraba la introducción de los cómics de Astérix: ¿en todos?. ¡¡¡No!!! ¡Existe uno llamado Parla donde, un año más, el despilfarro a manos llenas vuelve a caracterizar las fiestas patronales!. 





Pues efectivamente una vez más Parla vuelve a dar la nota, negativa como casi siempre, y el Ayuntamiento tira la casa por la ventana en la contratación de artistas musicales de elevadísimo caché y los primeras espadas taurinos de más renombre. Seremos los más pobres, con menor renta per cápita y con más parados de toda la Comunidad de Madrid, pero hay que ser espléndidos para que Bustamante, Melendi, Lolita, los intermediarios y compañía se llenen los bolsillos con el dinero de los parleños. Eso sí, al año que viene otro subidón del IBI y nuestro Ayuntamiento nos trae a Alejandro Sanz y Julio Iglesias para que disfruten “gratis” todos los parleños.







Claro que está muy bien poder asistir gratis a los conciertos de relevantes estrellas nacionales de la canción. No es cuestión de gustos, aunque a Parla vinieran Pink Floyd, U2 o Bruce Springsteen y la entrada fuera gratis, me parecería una aberración, porque la presunta gratuidad final para el espectador no es tal y camufla un despilfarro tremendo y descerebrado en algo de lo más banal y ocioso como es un concierto musical.

En muchos municipios desde siempre se ha optado por poner un precio barato, diez o quince euros a las entradas de los conciertos musicales de las fiestas, lo cual es más lógico y sensato porque está al alcance de cualquier bolsillo y no erosiona las arcas públicas. 






Alguno dirá que a él no le gusta leer y sin embargo tiene que pagar proporcionalmente los gastos originados por las dos bibliotecas de Parla. O que nunca ha llamado a los bomberos de Parla y también tiene que pagarlos. O que nunca va a los parques y tiene que pagar a los jardineros. Y así con otras muchas cuestiones relativas a la vida de una ciudad. Vamos a ver, para los cortos de mente y analfabetos funcionales, son cuestiones que no tienen nada que ver y teniendo en cuenta las carencias tan enormes que tenemos en Parla, resulta bochornoso y sonrojante comprobar que en una semana de fiestas se ha gastado una exagerada cantidad de dinero que daría mucho de sí si fuera invertido en los distintos servicios públicos, reducir la morosidad municipal de los impagos a empresas, arreglar calles, polideportivos, mejorar la seguridad, y mil y una cuestiones más de las necesidades diarias del municipio. 





Con el asunto de los conciertos y las corridas taurinas como telón de fondo, se pone también de relieve que el programa de las fiestas de Parla, al igual que todos los años, es rancio, escaso, raquítico, pobre, insípido. Se limita a los costosísimos conciertos, un par de procesiones, encierros, corridas y cuatro cosas más. 





No todo se basa en no mover un dedo ni esforzarse en organizar unas fiestas de verdad y contratar a cuatro cantantes famosos a golpe de talonario.
Hay que apostar por un modelo de fiestas más participativas, originales y creativas. Más actividades deportivas como carreras de bicicleta de montaña, de atletismo, maratón de fútbol sala, concursos de fotografía y pintura rápida, actividades vecinales, concursos gastronómicos a nivel popular, potenciar las fiestas a nivel de los barrios, implicar a los niños y jóvenes en actividades lúdicas, etc. Y muchas más posibilidades innovadoras y dinamizadoras que exigen dedicación y entrega para que las fiestas resulten más abiertas, participativas y baratas. 





Pero en Parla muchas de las asociaciones de esa difusa maraña de organizaciones satélite del Ayuntamiento sólo existen a la hora de poner el cazo para coger el dinero público y a cambio ser dóciles, fieles y serviles con quien les subvenciona. Ejemplo de ello es que en las pasadas Fiestas del Agua celebradas en junio, se organizaron unas comidas populares en algunos barrios pero no a cargo de los vecinos ni de las asociaciones, sino de empresas de hostelería contratadas por el Ayuntamiento. Sí, la paella estaba muy buena, pero mejor si se implican los vecinos y las asociaciones y no una empresa privada pagada con la chequera municipal. 





No es ético ni moral continuar con esta dinámica derrochadora que caracteriza año tras año a las fiestas de Parla. Más coherencia, sentido común y sensatez.

lunes, 12 de julio de 2010

ÉXITO DE LA RUTA NOCTURNA EN BICICLETA











La pasada noche del sábado nueve de julio tuvo lugar en Parla
la convocatoria de una original propuesta sobre dos ruedas: una ruta nocturna
por las calles de Parla. Con un recorrido circular de aproximadamente una hora
de duración, algo más de un centenar de entusiastas ciclistas de todas las
edades se congregó en el punto de salida, junto al campo municipal de fútbol,
procediéndose a entregar una camiseta de regalo a cada uno de los participantes.
Entre los asistentes resultaba una incógnita saber cuántas personas se
congregarían allí para participar en la marcha, pero el nutrido grupo de
participantes resultante se tradujo en un éxito de convocatoria para esta pionera
iniciativa.









La organización corría a cargo del Club Ciclista Roselin, con la
colaboración de efectivos de la policía local y protección civil. Un coche de
policía iba abriendo el camino, a la vez que miembos de la organización se
encargaban de cortar con agilidad las calles laterales al paso del pelotón
ciclista y hacer que la marcha fuese fluida. 




Era una noche tórrida, las
terrazas de los bares estaban a rebosar y contemplaban con cierta incredulidad
el paso de los ciclistas. Sin duda se obtiene una perspectiva distinta y nada usual al tener el privilegio de poder
transitar de noche y con toda seguridad por las avenidas y calles destinadas habitualmente a
los vehículos de motor. 





Una gran iniciativa que es de esperar tenga continuidad
y vuelva a repetirse en algún momento más.

miércoles, 9 de junio de 2010

A VUELTAS CON EL IBI: EL "SABLAZO" DE 2010












Sorpresa
e indignación mayúsculas las que nos hemos llevado este año los parleños cuando
hemos abierto el recibo del IBI 2010 y hemos visto el importe a pagar. Era algo
ya sabido de antemano que sin embargo los promotores  municipales,  en su hipocresía, se
encargaban de negar y maquillar y a quienes lo vaticinamos pocos nos creían.
Desgraciadamente las peores expectativas se han confirmado.

















La
realidad es cruel, pues aunque la cuantía del recibo que hemos abonado este año
es bastante elevada, sumado en su totalidad la cifra global del IBI recaudado
en Parla no da para demasiadas inversiones ni siquiera gastos corrientes.
Multiplicando el número de viviendas por su correspondiente cifra del IBI, el
resultado equivale solamente a una pequeña parte del presupuesto municipal,
pero al ser un tributo que grava de manera directa al ciudadano, se tiene una
negativa percepción del mismo.









También
es cierto que este año el Ayuntamiento de Parla ha mantenido estable el tipo de
gravamen  en el 0.58, que parece una
minucia comparado con el extorsionador 0.797 que en el año 2000 se llegó a
pagar cuando gobernaba Tomás Gómez.









Lo
que realmente ha sucedido es que se ha producido a nivel nacional una
actualización al alza del valor catastral por parte de la autoridad competente,
en este caso el Ministerio de Economía y Hacienda. 





Os preguntaréis:
¿Actualización al alza del valor catastral con la depreciación inmobiliaria que
padecemos desde hace un par de años?, ¿Revisión de qué?. Suena a humor negro
teniendo en cuenta que estamos hablando de Parla, el municipio con el valor del
suelo más barato de toda del área metropolitana y de gran parte la Comunidad de
Madrid. No sólo eso, en consonancia con un panorama económico muy negativo, el
descenso de estos últimos años en el precio de las viviendas ha sido
especialmente pronunciado en Parla, en el sentido de un abismo. “Zulillos”
cochambrosos del centro de Parla por los que se llegaron a pedir hasta 200.000
euros en los años gloriosos de la burbuja inmobiliaria, están ahora intentando
ser vendidos por la mitad de esa cifra, a la vez que proliferan más y más
carteles de venta y alquiler de viviendas.











El
gran problema de Parla es reiteradamente el que se arrastra de manera crónica
como una pesada cruz que desangra al municipio: La ausencia de grandes empresas
y de una sólida y dinámica estructura empresarial e industrial que contribuyan
impositivamente a las arcas municipales, aparte de otras cuestiones
fundamentales como paliar el brutal desempleo o la pésima gestión y el
despilfarro del dinero municipal en temas muy relevantes. Pero los parleños
acaban creyendo que todas las carencias de las que adolece el municipio no
justifican en modo alguno el recibo del IBI a pagar. 







Muchos
parleños ya han salido del cascarón y saben que hay vida más allá de los
límites del término municipal. En Parla ha existido cierta atmósfera endogámica
y permanente niebla que hacía creer que estábamos solos en el universo. La
indignación se hace palpable cuando uno realiza esa sencilla comparación entre
lo que paga y lo que recibe a cambio y lo que pagan y reciben a cambio en otros
municipios. El caso de Parla es flagrante y decepcionante en el sentido de que
estamos entre los que  más pagamos y los
que menos inversiones disfrutamos.





Este “sablazo” del IBI en Parla, en el fondo es uno
más de los gravámenes con los que el desgobierno de nuestro Gran Timonel
zapateril y sus secuaces quieren darle un vuelco al sistema impositivo, porque
entre otras cosas ven claro que una subida del IBI puede resolver problemas en
muchos frentes, o más que problemas inyectar liquidez en un sistema económico
ávido de dinero calentito. 


Craso error, pues con los recortes sociales y
salariales decretados y el incremento desmedido e irresponsable de todos los
impuestos lo único que se logra es desvalijar y empobrecer a la sociedad,
estrangular el consumo y todo el sistema productivo y que  el cada vez más escaso dinero no circule ni
se invierta a tenor de las apocalípticas expectativas, abocando a la depauperación
y al estancamiento económico y social a todo el país. En Parla pues a lo
nuestro, seguiremos pagando como ricos para recibir a cambio servicios de
tercera división.

jueves, 27 de mayo de 2010

VIVIR Y MORIR EN PARLA, 31 AÑOS DESPUÉS















Mirando de casualidad en la hemeroteca personal, me he topado con un ejemplar de la ya desaparecida revista Triunfo, un semanario mítico cuyos años de esplendor tuvieron lugar a caballo entre la última etapa de la dictadura y los primeros años de la democracia, erigiéndose en todo un hito del periodismo y la libertad de prensa en España. 

En uno de sus números, concretamente el editado el 17 de marzo de 1979, nuestro municipio ocupa por completo la portada y en sus páginas interiores, un artículo estremecedor que describe con minuciosidad cómo era Parla en aquel momento, hace ya treinta y un largos años. 


Los que vivimos aquella época lo sabemos de primera mano, cuando Parla era lo más parecido al Averno y no merecía ni el calificativo de ciudad, limitándose a ser un asentamiento donde llegaban las personas más humildes que no podían costearse una vivienda en ninguna otra ciudad de la perifera madrileña. 

Una ciudad llena de caóticos bloques con las viviendas más baratas de Madrid y un anárquico viario, sin aceras, con calles llenas de barro, cortes de luz y agua constantes, corralones por donde deambulaban siniestros delincuentes y zombis drogadictos que convertían las calles parleñas en un dantesco y peligroso escenario, un desempleo brutal, sin empresas de entidad implantadas,  sin apenas escuelas, un pequeño consultorio médico, ausencia de infraestructuras de todo tipo, etc. Diez años antes los norteamericanos habían puesto el pie en la Luna, pero la Parla de 1979 era un mundo aparte ajeno al progreso.
 

La palabra tercermundista que mucha gente usa tan ligeramente para describir con indignación muchas carencias de la Parla actual, se queda corta si nos trasladamos a aquella época pretérita. 


Pero lo verdaderamente gravísimo y preocupante es que tras treinta y un años en los que tanto ha cambiado y prosperado social y económicamente España, y gran parte del mundo, estremece leer en el artículo de la revista Triunfo cómo muchas de las carencias y los problemas que tenía Parla en 1979 siguen hoy en día constituyendo el pan nuestro de cada día, agravados con otros nuevos como los grandes despilfarros de todos estos años, el aberrante nepotismo municipal, improvisaciones en todos los aspectos, zafios y obsoletos planteamientos y planeamiento urbanísticos, escaso rigor en aplicar las ordenanzas en muchos casos siempre desfasadas y un largo etcétera de despropósitos que resumen el haber dejado pasar muchas oportunidades de las que se han acabado beneficiando las localidades vecinas.


A los consabidos problemas "de la casa" se ha unido la masiva llegada de inmigrantes al calor de las viviendas más baratas de toda la Comunidad de Madrid y la devastación social, comercial y humana de prácticamente toda la zona centro de Parla hasta convertirse en esa especie de ghetto que es a día de hoy, no sólo esa zona sino muchos barrios de Parla en los que infinidad de okupas se ha nquedado a vivir con todo gratis.

Han gobernado España tres partidos distintos, la Comunidad de Madrid ha sido gobernada en largas etapas tanto por el PSOE como por el PP,............pero en Parla siguen los mismos que estaban en 1979 y no ha habido ninguna alternancia ni alternativa.

Tampoco eso deberiera suponer a priori nada reseñable teniendo en cuenta que en la mayoría de las ciudades del sur de Madrid, ha gobernado mayoritariamente el PSOE durante todos estos años y sin embargo esas ciudades sí que han prosperado enormemente, siendo Parla el garbanzo negro. 



Si Parla tiene hoy tantísimos problemas no es de casualidad. A lo largo de estas tres últimas décadas ha sido una siembra constante de profunda insolvencia institucional, miseria moral, desidia, ideologización y un desbarajuste tremendo en muchos aspectos de la vida municipal, que han repercutido de manera rotundamente negativa en la imposibilidad e incapacidad para resolver unos problemas estructurales que en casi todos los municipios de nuestro entorno son ya parte de un remoto pasado, pero que en Parla son motivo de actuales y perpetuas reivindicaciones que desesperadamente caen en saco roto a tenor de lo que nos han deparado estas últimas décadas. Cuando los demás municipios ya han llegado y están de vuelta, en Parla se acaba de tomar la salida. 


Cada día, cuando al arrancar el coche y encontrarme con el atasco perpetuo para salir de Parla, sintonizo la radio y la DGT informa, de lunes a viernes, que hay retenciones en Parla, como todos los días. Lógico, porque la población parleña se ha triplicado desde que construyeron aquellos accesos, que siguen siendo los mismos que hace veinte años. Ya al enfilar la ruinosa y destartalada salida de Parla norte aún me pregunto si estamos en 1979 o en 2010. 


Lo que no pertenece a 1979 y sí se ha actualizado hasta llegar al nivel de atraco masivo son los aberrantes y expoliadores impuestos que se pagan en Parla a cambio de una ciudad atrasada y empobrecida con unas carencias e instalaciones más propias deterioradas y en lamentable estado.